Hace un par de días posteé en mis historias de Instagram y de Facebook (que si aún no me sigues te invito a que lo hagas: @valelaco) un videito compartiendo que nuestro hijo mayor, Benjamín, tiene su propia tarjeta de crédito. Fueron tantos los comentarios que recibí y las preguntas que me hicieron en relación con desde cuándo y cómo brindarles educación financiera a nuestros hijos, que decidí dedicar esta columna a este tema que tanto me apasiona, sobre todo por ser Licenciada en Psicopedagogía.
Nuestro hijo acaba de cumplir 18 años y nos pareció muy importante que comience a construir su historial crediticio ya que acá, en los Estados Unidos, es fundamental para poder acceder luego, por ejemplo, a créditos con mejores tasas de interés. Las tarjetas de crédito, bien gestionadas, son una excelente herramienta para hacerlo.
La experiencia de ir al banco con él fue muy emocionante. La ejecutiva del banco se dirigía a él y le hacía diferentes preguntas para que el sistema evaluara cuánto límite en la tarjeta, o sea cuánto crédito, le otorgaba el banco. Tuvimos una conversación sobre cómo gestionar la tarjeta de manera saludable y sobre la importancia de mantener todos los pagos al día y así ir construyendo su historial crediticio y cada vez poder acceder a más y más crédito. Crédito que el día de mañana él podría elegir usar para, por ejemplo, desarrollar su propio negocio. Como ven, muy significativo este “pequeño” acto de que obtenga su propia tarjeta de crédito. No la extensión de mamá y papá, sólo de él, de la cual él es 100% responsable.
El, junto con nuestros otros dos hijos (16 y 12 años) ya tienen, hace tiempo, una tarjeta de débito exclusiva de ellos en la que todos los meses les depositamos su mensualidad y ellos con ese dinero toman decisiones financieras diarias del tipo “¿Me compro estas zapatillas o estas?” “¿Salgo a comer con mis amigos a XX lugar?”, “¿Ahorro para comprarme xxxxx?” Durante el mes van evaluando su cashflow, cuánto gastaron y cuánto dinero les queda y así van practicando, desde un lugar contenido y seguro, ¡el impacto que tienen sus decisiones financieras en su vida diaria van construyendo su ser financiero! Van conociendo su personalidad financiera y van observando la personalidad financiera de sus hermanos. Van aprendiendo las consecuencias de sus decisiones y van desarrollando nuevas herramientas. ¡En resumen, van desarrollando su Inteligencia Emocional Financiera! ¡Tan importante! ¡Tan necesaria para toda su vida!
Si quieren que les siga compartiendo contenido sobre cómo acompañar como padres a nuestros hijos para que desarrollen su Inteligencia Emocional Financiera simplemente escríbanme a info@valelaco.com o por IG, Facebook o LinkedIn y feliz lo hago.
“Si desarrollar la Inteligencia Emocional Financiera de tus hijos TE es COHERENTE, ¡VALE!”