Después de un divorcio de pareja, cuando ya realmente no se ha podido arreglar una unión matrimonial o, en su defecto ha habido una viudez, siempre es el hombre al que más se le hace fácil buscar otra pareja. Claro está, después de un lapso de tiempo reglamentario, comienzan en la búsqueda de otra relación.
Pero, porque siempre es el hombre, más que la mujer quien busca una compañera mucho más joven que él, Veremos…se dice que si es la mujer la que queda joven, está siempre elige hombres maduros, porque se sienten protegidas. Aunque, actualmente hay mujeres, que después de una relación rota, ya no se quieren casar, ni tener una nueva relación, para no tener más preocupaciones de llevar una casa y todo lo implica la relación de pareja, a no ser que tenga en mente otros propósitos, como el interés monetario.
En cambio, el hombre siempre se concentra en la búsqueda de la muchachita, la mujer joven, porque simplemente se quieren sentir más jóvenes de lo que realmente son.
Sin duda alguna, se trata de una situación bastante polémica, con el cual no se busca juzgar sino analizar.
Simplemente, los hombres quieren revivir su juventud. La elección de una pareja de menor edad por parte de un hombre, podría incluir también en la mayoría de los casos, un cambio en cuanto a sus hábitos, vestimenta o estilo más juvenil.
Es probable que se quiera teñir el pelo, que use ropa juvenil o que realicen actividades que son para los veinteañeros.
Por otro lado, existe la tendencia de ciertos señores a los cuales yo los llamaría “tóxicos”, porque buscan chicas jóvenes para según su criterio, seducirlas, manipularlas, aprovechándose así de su ingenuidad. También consideran que de esta manera podrán
“Molestarlas sexualmente a su gusto”; aunque siempre digo, que, en la actualidad, las muchachitas saben mucho mas del sexo, que un adulto. Si señor.
También, pueden llevarse una gran sorpresa estos hombrecitos, ya que, en la actualidad, las jóvenes saben muy bien lo que buscan, lo que quieren, y muchas veces es por puro interés.
Tengo una historia que conocí muy de cerca, de una pareja. La señora tuvo un accidente en el baño de su casa, se resbaló y murió. El viudo, al poco tiempo se unió a una mujer mucho más joven que él; dicen los que vivían más cerca a ellos, que ese romance ya estaba floreciendo en vida de la esposa.
Sea lo que sea, lo cierto es que la nueva pareja lo convenció, para que vendiera su casa y el negocio que tenía. Ella quería comprar una casa en la Florida, porque allí, quería vivir. Los hijos de él se opusieron, hubo distanciamiento y peleas entre padre e hijos. Finalmente, la nueva mujer salió con lo que ella quería, y se mudaron a la Florida.
Los primeros meses, ella fue todo amor con él, todo era felicidad, parecían un matrimonio feliz. ¿Pero qué pasó? Veremos…Al cabo del año juntos, comenzaron los disgustos y las diferencias. Ella solo le veía los defectos al marido. Hubo muchas peleas, discusiones y desacuerdos.
Y como era de esperarse, llegaron al divorcio. Ella se consiguió un amigo abogado que no se sabe exactamente como lo hizo, pero la mujercita se le quedó con casa y todo, lo dejó en la calle, como decimos coloquialmente. Él se fue a casa de su hija mayor. Comenzó a buscar trabajo, pero le fue imposible encontrarlo a sus sesenta y tantos años de edad. Tuvo que regresar a su país, donde solo allí, podía sobrevivir con su cheque del seguro social.
Según mi opinión, ella fue para él, una hermosa mentira, una oportunista, que al fin pudo comprender su dolorosa situación y su verdad.
Es increíble que esta mujercita con su astucia y habilidad, pudo cambiar el mundo a este hombre del cuento.
Según mi moraleja es: “Quien con jovencita se acuesta, hombre viejo amanece mojado, y para terminar el cuento, será traicionado”.