¿Y qué son los buenos modales? Son acciones externas de cada persona con que se hace notar, y es original entre los demás, dando así a conocer su buena o mala educación. Pues bien, comencemos con la educación de los niños. Inculcar buenos modales a nuestros hijos, es lo primordial. Enseñarles buenas costumbres a ellos es una de las mayores preocupaciones que solemos tener como padres. Sobre todo, formarlos a cómo comportarse con los mayores. Muchas veces puede parecer misión imposible, cuando son muy pequeños que no prestan demasiada atención. Solo basta recordar el trabajo arduo de nuestros padres luchando con nuestra educación, formándonos por el camino del bien. Así te darás cuenta que no es fácil. Además, no se nace con modales, estos deben enseñar. A los niños hay que infundirles a tener respeto con los demás, e insistirles desde pequeños, dar las gracias, saludar, y saber comportarse de forma adecuada en cada momento.
Los hijos que no aprenden el concepto de educación son porque los padres no les enseñaron o son testarudos, corren el riesgo de ser marginados por los niños de su edad, incluso hasta de los mayores. Estos, además, suelen tener problemas en situaciones sociales cuando llegan a adultos. La realidad es que educar bien a los hijos es un proceso que lleva mucho tiempo, pero no hay que desesperarse. Los niños deben aprender cuáles son los comportamientos adecuados en diferentes ámbitos y situaciones. Tener muy en claro que los buenos modales van más allá de decir “por favor” y “gracias”, se trata de respetar y ser cortés con los demás, para así poder encajar en una sociedad madura.
Ahora pregunto, si una pareja por una razón u otra, no llegaron a tener educación, ¿cómo podrían inculcarles a sus hijos las buenas costumbres? Ellos aprenden lo que hacen o dicen los padres, pero no todo estaría perdido: la escuela ayudaría mucho en estos casos.
Hablando de personas mayores con malas costumbres y con carácter de los mil demonios, que no saben valorar a un amigo: el mal carácter, este concepto que, para mí, abarca numerosas conductas, actitudes, y pensamientos, sobre todo verbalizaciones que son inapropiadas y dichas en un momento de coraje sin pensar que estas ofendiendo. A lo largo de mi vida me he tropezado con personas con estos problemas. Creo que en este mundo no todos gozan de buen humor. Pero, si conocemos a alguien con estos problemas, esto no impide convivir con ellos, simplemente nos adaptamos o tratamos de ayudarlos a ser buenas personas. ¿Y qué se debe hacer? Bueno, es conveniente inculcarles de tener una conciencia clara y preguntar qué es lo que quiere de la vida, y cuáles son sus problemas. Estas personas tienen que saber distinguir bien entre lo malo y lo bueno, sobre todo pedir consejos y orientación. Hay un dicho que reza así:
“Quien pide consejo triunfará. Quien no, se arruinará”. Todo se puede corregir consultando a personas capacitadas, o leyendo libros de autoayuda. La persona de mal carácter no examina su conciencia en muchas ocasiones, y ofende a sus “disque queridos amigos” solo porque en esos momentos no estaba de buen humor o no se dio tiempo de pensar en qué decir y a quién… aunque después se da cuenta de lo que hizo, pero ya queda como un insulto para la persona afectada. Si te propones hacer algo bueno, hazlo. Si quieres evitar algo malo, evítalo. Lo que debilita la buena voluntad es trasnochar, tomar mucho, fumar. En general, estos son malos hábitos.
LOS MODALES de los BUENOS, son agradables, pero de los de los ALTANEROS, siempre son repugnantes. Es importante alabar las cualidades y éxitos de los demás, todos tenemos sed de reconocimiento, alabanzas y felicitaciones. Y no es nada malo.
ESCUCHAR es otra forma de buenos modales, poner verdadero interés en lo que la otra persona nos cuenta: “Nadie se libra del encanto que produce en la persona que nos escucha con interés”. Nunca interrumpas una conversación, espera tu turno si quieres decir o corregir algo. HAY QUE SABER ESCUCHAR PARA QUE TE ESCUCHEN…