La mentira es la afirmación o negación de una cosa, cuando en realidad es diferente o contraria. Los mentirosos, por convicción, son los que dicen lo contrario de lo que piensan o saben. Su objetivo es engañar al prójimo y así mismo, y su gravedad depende del grado de egoísmo o maldad que ocasiona o engendra.
La mentira también se deriva de importantes factores como el estrés, angustia, dolor y baja autoestima. El factor estrés, (y que encierra los demás factores), se refleja cuando mantienes una mentira por largo tiempo, que, a la final, llega a molestar. Como solución, es conveniente decir siempre la verdad, aunque duela.
Una de las consecuencias más negativas de la mentira es el tiempo que se requiere para volver a confiar en la persona que nos mintió. Una mentira puede cambiar una relación para toda la vida.
Los mentirosos son capaces de mantener su carita de «yo no fui», bien seria, mientras te dicen su mentira; pero inconscientemente, algunas expresiones o pequeños movimientos pueden delatarlos. Estos cambios ocurren rápidamente. Si alguna vez te sucede esto,
presta atención a sus ojos, ellos te pueden decir, si la persona está mintiendo o no. Cuando la mirada es evasiva es una clara señal de que no está diciendo la verdad. Sin embargo, hay mentirosos expertos que no vacilan en mirarte a los ojos y decirte sus mentirotas. Pero, fíjate bien en sus movimientos. En algún momento te darás cuenta si está inventando una historia.
En cambio, una persona honesta cuando se la acusa injustamente reacciona ofendida y cuestiona el porqué de la acusación. También es probable que esta persona honesta, no niegue el hecho, y simplemente te explique que fue una mentirita piadosa, y por qué lo hizo. El mentiroso reacciona a la defensiva, se justifica con pocas palabras y rápidamente lo niega todo o te cambia el tema.
Hay estudios realizados por algunos científicos, que han demostrado que esta clase de personas mentirosas, mienten por diversos motivos. La inseguridad es uno de ellos y el más recurrente.
Los mentirosos compulsivos, son los que encuentran excusa para todo y mienten sobre todo hasta el punto de perder la noción, de la cantidad de mentiras que inventan. Nunca reconocen que mienten, porque ellos o ellas, creen en sus propias mentiras.
Existen los mentirosos piadosos, son aquellos que mienten esporádicamente para salir de alguna situación incómoda.
Mentirosos para aparentar, son los que suelen comentar sobre su auto último modelo, sus viajes por el mundo, de sus éxitos con las mujeres o en los negocios, cuando en realidad nada de esto es cierto. Su baja valoración, los obliga a demostrar algo que no es verdad.
Aún más, hay los mentirosos patológicos. A ellos se los conoce en el ambiente psiquiátrico como pseudología fantástica. Ellos no mienten con la intención para algo, porque sus mentiras no son planeadas, sino espontáneas, y una vez que comienzan no pueden parar, y muchas veces pueden mantener sus mentiras durante años.
Simplemente son artistas de la mentira, al tiempo que van inventando, hacen lo imposible porque los demás se lo crean.
Y, por último, las actitudes diferentes en la personalidad, también son un signo de alerta. Si se trata de un novio o esposo, y está más cariñoso de lo normal, te hace regalos sin que sea ningún día especial, y esta es una conducta no habitual en él, es porque algo trae entre manos, o algo está pasando con él. Esto no es solamente para el hombre, también aplica a la mujer. Y, aquí no se salva una amiga que tenemos en nuestro círculo, que es bastante mentirosa, siempre tiene una excusa para todo, aun sabiendo que no le creemos. Ya la conocemos. A estas personas se las trata con paciencia y con una apropiada dosis de comprensión, siempre y cuando no te haga daño. Cuidado amigos, la mentira no es buena, destruye amistades y el amor.