Es de sobra conocido que el hombre es sumamente susceptible al rechazo, a pesar de que algunos se esfuercen por demostrar lo contrario. Muchos se frustran porque por muy interesado que estén en una mujer, ni se atreven a insinuarse por temor a que ella no lo acepte. Muchos de ellos, se sienten profundamente lastimados en su amor propio.
Estos hombres que reaccionan así, no se dan cuenta de que ese es el precio que están pagando por disfrutar del privilegio del amor. Y, si hay rechazo, algunos insisten y se acercan a ellas de una u otra forma. La mujer por su parte está en pleno derecho de aceptarlo o no…
Hay una cosa muy importante, y es que la mujer suele rechazar a un hombre, porque después de haber salido juntos, se da cuenta de que él sería magnífico como amigo, pero nada más. Las razones por las que una mujer rechaza a un hombre pueden ser varias. No es que las mujeres somos complicadas, o que los hombres no acaban de entendernos (según sus propias palabras)…sino que somos distintas. Tan sencillo como eso…»distintas».
Entonces, ¿por qué los hombres no acaban de admitir esa diferencia y tratan de comprender mejor la sicología femenina y le prestan más atención al carácter, a las reacciones y a muchos detalles más de la forma de ser de la mujer que aman en particular?
Si está pensando regalarle algo, sería bueno que cuando vaya a comprarle un regalo, investigue primero entre los familiares y amistades más íntimas de ella, cuáles son sus gustos y preferencias, si es que todavía no ha podido hacerlo por sí solo. No es que las mujeres somos interesadas, pero, nos encantan los regalitos y detalles. ¡Recuérdelo!
Entérese de cuándo es su cumpleaños y sorpréndala siendo el primero en felicitarla. Es importante que no caiga en esa falta de tacto, pero tan y…tan masculina…de olvidarse de las fechas importantes. Para el ego de una mujer es esencial que la tenga presente en los momentos de: Día de los Enamorados, los cumpleaños, aniversarios, etc. Evite que ella se desilusione esperando ese regalo, tarjeta, llamada, o visita que nunca llega; por muy ocupado que esté o que su trabajo lo absorba, por favor dese un pequeño tiempito y cumpla.
Siempre que la invite a salir, procure estar de buen humor. Esto no quiere decir que usted tenga que ser un simulador, solamente que si ese día que van al cine, usted tuvo un disgusto en el trabajo, déjelo para otro día. Sea todo lo halagador que pueda con ella, con una frase bonita, o un gesto cariñoso. Nada mejor para hacerla sentir muy femenina a su lado. Préstele atención a todo cuanto ella le diga o le converse. No sea como muchos hombres que todavía siguen pensando que las mujeres solo hablamos de modas y vanidades; no, actualmente la mujer es educada y está preparada para cualquier situación o conversación que tengan.
Nunca se acerque a una mujer solamente por la atracción física o sexual, porque casi todas las mujeres tenemos o hemos tenido un cierto temor (nada infundado) de atraerles a los hombres como simples objetos sexuales, y para la mayoría de las mujeres esto es insultante.
Estos, y muchos detalles más, son los que a una mujer le agrada; aunque a muchos hombres les parece cursi y pasado de moda, para la sensibilidad femenina, son impresionantes y muy importantes.
Demuéstrele a ella, su interés en lo relacionado con su trabajo o su vida profesional. Trate de conocer cuáles son sus preferencias y aspiraciones.
Cuide mucho de su higiene y aspecto personal. A toda mujer, le gusta el hombre que huela bien perfumadito (qué rico). Vestirse bien y con buen gusto (fíjese que no he dicho lujo) esta es otra forma de halagar a la mujer.
Un consejo final, para que no pierda su tiempo ni se lo haga perder a ella, trate de asimilar estos consejos y adaptarlos a su forma de ser para causarle la mejor impresión posible. De esta forma usted podrá llegar a hacerle sentir lo mismo que siente por ella. ¡BUENA SUERTE!