Si has tenido varias relaciones te habrás dado cuenta de que nunca se ama de la misma manera. A veces una encuentra el amor verdadero a la segunda, a la tercera o hasta la cuarta relación. Por ello, resulta que el primer amor no siempre es el verdadero.
Es verdad que sentimos que ese primer amor bonito nos confunde, nos lleva hasta las estrellas, es un enamoramiento de pasión y deseo.
Sin embargo, un buen día, después de una cierta experiencia amorosa, descubres o te das cuenta que ese mito del primer amor no es cierto. Un día conoces a otra persona, y, según tú, este enamoramiento es especial. De repente, tus sentimientos se convierten en un auténtico huracán que arrasa con todo, incluso con ese primer amor que lo tenías como el verdadero.
Siempre, o mejor dicho casi siempre, resulta que el primer amor no siempre llega en ese orden, no siempre llega el primero. A veces llega el tercero o hasta el último que es con el cual finalmente te unes en matrimonio y haces tu vida de pareja feliz y contenta.
Todas las parejas, sin importar cuán felices sean y el tiempo que lleven juntos, deben esforzarse día a día en mantener la relación funcionando. Para tener una relación de pareja o matrimonio feliz y duradero, hace falta desarrollar hábitos que les permitan superar las dificultades y fortalecer el amor que sienten el uno por el otro.
Todos los matrimonios tienen discusiones. Sin embargo, para convivir juntos, hace falta fijarnos en los problemas y resolverlos, no atacar a la pareja, ni criticarlo, porque, si así lo haces, estamos sugiriendo que nuestra pareja es el problema.
Hay que aprender a discutir la situación de forma constructiva para identificar donde está la falla. De esta manera, ambos pueden trabajar en conjunto para resolverlos.
Para convivir sanamente, tenemos que aprender a aceptar el carácter y los valores del otro. Tienes que aceptar que no es posible cambiar a tu pareja y, si lo intentas, eso traerá más contrariedades y disgustos.
Creo, y por experiencia les digo, todos los matrimonios necesitan pasar tiempo juntos, al tener intereses comunes y hacer actividades emocionantes, como ver una película, ir al cine, jugar pequeño, rummy, etc., a relación se hará más sólida. No obstante, para aprender a vivir en pareja también hay que respetar el tiempo del otro para que cultive sus intereses.
Después de todo, no hay nada más intenso y gratificante que el estar enamorado, el de disponer de una pareja que nos ame y a quien amar. Pero, debemos ir con cuidado y no caer en el error de darlo absolutamente todo por esa persona. Si lo damos todo sin recibir nada, solo exigencias o reproches, llegara un momento en que nos sintamos frustrados y muy vacíos. Esta sensación es muy destructiva si no la paramos a tiempo. Hemos de tenerlo muy en cuenta.
Sí, hay que amar, ofrecer, dar, pero recuerda que también mereces recibir lo mismo.
Tips para superar el resentimiento >>>
Eres su prioridad
Hace cosas por ti que no haría por nadie más. Te acompaña a donde necesites igual que tú haces lo mismo por él. O accede a ver películas que nos gustan y que a ellos no suelen gustar tanto, y siempre lo hace con total predisposición.
Sabe lo que es importante para ti
Las cosas que crees que debes discutir en una relación seria son cosas que con él han pasado naturalmente. Cuando le dices que vas a correr una maratón en otra ciudad, no pregunta si tiene que ir contigo, te dice que estará esperándote en la meta.
Está ahí cuando lo necesitas
Tu chico siempre está contigo cuando más lo necesitas, sin necesidad de habérselo pedido. Cuando tienes que visitar a un familiar en el hospital o tienes una crisis en el trabajo, él siempre está a tu lado, apoyándote.