La mayoría de las parejas consideran que sus peleas están causadas por los niños, el dinero o el sexo. Sin embargo, los consejeros opinan que hay otras razones subyacentes que las parejas ni siquiera toman en cuenta. Entre las principales están: querer estar juntos, pero, necesitar tiempo a solas, o como se dice tener su propio espacio. Muchas parejas, tanto el hombre como la mujer necesita tener un espacio, es decir salir solo de compras o simplemente visitar a una amiga-o. En muchas ocasiones la pareja se siente preso en su propia casa y por esta razón quieren tanto el uno como el otro salir a despejarse por unos instantes fuera del hogar. Esto verdaderamente no es malo, creo que todos necesitamos de este espacio para no sentirnos aprisionado o atosigados por los problemas que a diario subsisten.
A muchas parejas les es difícil reconocer que cada uno ve y hace las cosas a su manera, no porque rechaza la perspectiva del otro, sino porque es consecuente de cómo fue criado y su propia experiencia de vida. La clave está en aceptar que estas diferencias enriquecen a la pareja. Es cierto que para tener una relación feliz y duradera se debe aceptar y respetar los espacios de cada uno sin llegar al abuso de querer tener sus “días libres” fuera de casa, que en su mayoría esta es la principal razón de las discusiones de pareja.
¿Pero, es malo discutir con la pareja? Bueno, en mi concepto, es habitual imaginar que las discusiones en la pareja, son un indicador de que la relación no marcha bien. Sin embargo, si se discute con manera adecuada y sin agresividad, es posible que las diferencias y los roces permitan a la pareja crecer y madurar.
Siempre que se habla de discusiones, se hace con una connotación negativa. Asociamos discutir con una situación de conflicto e incluso ofensas entre la pareja. Sin embargo, las discusiones no tienen por que ser así en absoluto. Solamente es saber como manejarlas cuando se producen estos desacuerdos, para que sean constructivas en lugar de destructivas. Además, dependiendo de cómo actúe la pareja, discutir puede ser un ejercicio de crecimiento para ambos, pues gracias a ello podrán comprenderse mejor y encontrar soluciones de común acuerdo.
Un buen dominio de la comunicación es una de las claves para lograr crecer como pareja, aprendiendo de las diferencias que surgen, y consiguiendo así una buena relación más tranquila. Además, vuelvo y repito que discutir no tiene por que ser malo, especialmente si se sabe como hacerlo de forma correcta. Siempre y cuando las discusiones se manejen adecuadamente y con respeto, estas son una de las claves para conocer mejor a la pareja y encontrar soluciones a los problemas.
Lejos de suponer un peligro para la relación, discutir puede ser una buena manera de intercambiar opiniones y manifestar el propio punto de vista sobre alguna cuestión relevante. Así, todas las parejas, incluso aquellas mas consolidadas, tienen diferencias. Discutir y encontrar puntos de encuentro en los conflictos es una forma excelente de crecer y madurar juntos.
En definitiva, discutir es aprender del otro. Toda relación de principiante en el matrimonio, se encuentra siempre en proceso de cambio y crecimiento. La visión idealizada del amor romántico y las parejas no se ajusta en absoluto a la realidad, pues no existen las relaciones perfectas. Incluso las relaciones más estables y consolidadas han pasado por momentos difíciles. Por ello, debes saber que las discusiones con tu compañero sentimental, son una manera de hacer más fuerte la relación.
Después de poner encima de la mesa las diferencias y desencuentros, y hallarles una solución, ambos se conocerán mejor, y sabrán con seguridad que piensa el uno del otro. Así, lejos de ser un indicador de que la ruptura es inminente; discutir es una señal de que la pareja está creciendo y madurando. Como ven, las discusiones no tienen por qué ser del todo negativas, son para mejorar la relación y conocer mejor a tu pareja. Discutir no es malo, es necesario, siempre y cuando se haga con inteligencia y respeto.