Para los hijos, un papá es ese súper hombre. Al igual que la madre, lleva en sus hombros la responsabilidad de conducir y criar a sus hijos siempre por el buen camino con rectitud, pero con mucho cariño y amor.
El padre es ese superhéroe que se disfraza de Supermán, que se desvela por sus hijos en todos los sentidos de la palabra. Es ÉL que puede responder con exactitud las preguntas que le haga su hijo. En primer lugar, cuando asisten a la escuelita y regresan con sus tareas, ellos se dirigen hacia el padre en busca de ayuda. Él con prontitud responde a todas sus preguntas. Pasan los años, crecen, ya son jovencitos, van al colegio, se van de fiesta y es el padre el que se desvela esperando que sus hijos regresen sanos y salvos, aunque no lo den a entender, ellos siempre son así, preocupados por sus hijos.
El papá es una combinación extraña de razón y sentimientos, el que sabe decir NO, cuando es lo justo y sabe decir SÍ cuando es lo conveniente.
Un papá muchas veces se muestra duro ante sus hijos cumpliendo con su deber, pero anda en puntillas en las noches, en los cuartos de sus hijos, asegurándose de que todo esté bien con ellos, arropándolos si necesitan cobijas, apagando las luces y la tv, si ya están dormidos.
Muchos no lo ven de esta manera, pero el padre es como una manzana, que parece dura por fuera, pero es pura miel en su interior. Él es el director de la orquesta en su casa, es constructor de ese nido y el maestro de la escuela de la vida.
Los padres tienen mucho de las mamás, aunque tengan cuerpo de hombre. Si hay que cambiar pañales, los cambia, si tiene que darles de comer lo hace, cuando el hijo llora es el refugio; si el hijo ríe, ÉL es la compañía en su alegría.
Ser padre es jugar en la vida el papel de rey, no de un reino, sino del amor, de la comprensión y la razón.
Para la esposa o compañera les aconsejaría, en este día del padre, expresar el amor que sienten por la pareja. Es muy importante cuando dices «te quiero» o te «amo», esto te hace más consciente de ese sentimiento.
Te comprometes con él, y aceptas la responsabilidad de mimarlo, protegerlo y alimentarlo. Cuando tu esposo o pareja escucha esas palabras de tus labios, se siente apreciado, valorado y seguro. Él experimenta el mismo deseo de dar y recibir amor.
Cada momento es bueno para expresar el amor, porque esas palabras no se gastan nunca, es todo lo contrario.
No es necesario hacer nada espectacular, solo lograr que él se conmueva. Si se te hace difícil expresar tu amor en palabras, díselo por escrito. Los sentimientos no son siempre fáciles de expresar de viva voz. Muchas personas se ven limitadas por la timidez a la hora de desnudar su corazón. Pero cuando escribimos es diferente. No hay urgencias ni presiones, hay tiempo para reflexionar, borrar y añadir. De esta manera, las palabras fluyen puras y libres. Además, las tarjetas, email o carta de amor, escrita por ti quedan para siempre.
Reconoce lo que hace por ti, y por los hijos. Recuérdale cuáles son las cualidades que te gustan de él, y por qué te enamoró. Dale las gracias por sus gestos de cariño y amor.
Jueguen juntos. El amor debe ser romántico, pero no aburrido. A tu pareja le encantará que tengas detalles inesperados que le alegren el corazón. Todo esto nos recordará que también fuimos niños y adolescentes.
Regálale algo especial en este día, algo que Él haya querido y que no lo ha tenido. Cúmplele ese caprichito que sabes que le gustaría. Son tantas y tantas cosas que podrías complacerlo en este día del PADRE, y siempre.
Dedico este artículo a mi nieto JUSTIN, quien se estrenó como papá de su primera hija: LILIANA ALI LANDIVAR.