Tener un hijo es lo más maravilloso que te puede pasar en la vida. No hay nada más lindo. Es como un regalo único y grandioso que va desde la concepción hasta el momento que cierras los ojos.
Los sinsabores, las travesuras, los caprichos, berrinches, sus risas, sus juegos, sus temores, el crecimiento intelectual, tu dolor por su dolor, tu infinito amor por ese ser maravilloso, tu orgullo y, a veces, hasta tu coraje o decepción. Pero, siempre, sea lo que sea, se los sigue amando. Porque es tu hijo, el hijo que salió de tus entrañas, y su vida es la que convierte a tu vida en algo mágico y especial. Lo más importante en tu rol de madre es saber cómo educarlos felices. Para que tus hijos sean buenos ejemplares en su vida y para la sociedad donde viven, debes tratar de criarlos en un ambiente optimista y con buenas costumbres.
Cuando ellos llegan a la edad de la adolescencia, hay padres que dicen que no pueden controlar a sus hijos, que son rebeldes, que no se puede con ellos y, es verdad, nadie dijo que es fácil educar o comprender a los hijos en esta parte de sus vidas. Yo creo que cuando surgen problemas de esta índole en la familia, puede ser debido a varios factores, pero todos ellos relacionados a un componente muy importante y, es la falta de comunicación.
LA COMUNICACIÓN es una valiosa herramienta que le permite conocer el sentir de sus hijos para de esta manera saber cómo actuar y guiarlo; sin embargo, tristemente hoy vemos que ese componente está muy limitado, por lo que es imprescindible que aprendamos a comunicarnos con ellos para así poder expresarles realmente lo que queremos decir y a la vez, podamos escuchar lo que sienten y quieren trasmitirnos.
Quizás para muchos esto les suene de poca importancia, pero es verdad que LA COMUNICACIÓN es un arma infalible ante las relaciones cotidianas, los conflictos y, sobre todo, ante las etapas por las que pasan nuestros hijos durante su desarrollo, y en las cuales presentan diferentes conductas y cuestionamientosque en ocasiones les provocan incertidumbre o confusión. Si ustedes PLATICAN más frecuentemente con sus hijos, desde pequeños, particularmente sobre temas difíciles como el sexo, la violencia o el alcohol, difícilmente recurrirán a sus amigos o a terceras personas para obtener esta clase de información.
Y, para terminar, sea paciente. Como adultos a veces creemos que los niños pequeños se tardan una eternidad para decirnos lo que tienen en mente y sentimos la necesidad de apresurarlos terminando sus oraciones. Intente resistir ese impulso.
Si escuchamos pacientemente a nuestros hijos les permitimos pensar a su propio ritmo y les hacemos saber que bien vale nuestro tiempo para escucharlos y estar a su lado. Y, como ya lo dije LA COMUNICACIÓN es la clave para tener una buena relación con sus hijos.
Tips para acercarse a su hijo adolescente >>>
Escucha
Para un momento y piensa sobre esto, ¿alguna vez has escuchado realmente a tu hijo? Si lo has hecho, no podrás negar que es una sensación increíble, porque escuchar significa entender, y ser capaces de ponernos en su lugar para, de este modo, mejorar la comunicación actual y en el futuro.
Adapta tu perspectiva
El siguiente paso es dejar que sus palabras calen en tu mente libre de prejuicios para que adaptes tu perspectiva. Muchas veces tendemos a responder con argumentos en contra a cada “movimiento” que hace nuestro hijo, pero eso no es lo mejor.
Responde
Con todos estos pasos, habrás conseguido acercarte al idioma de tu hijo. Con esta habilidad, ya puedes responderle de una forma que realmente le “llegue” y haga que él lo entienda. Esto no significa dejar a nuestro hijo la total libertad para decir cualquier cosa que quiera, aún somos sus padres y nuestra labor es educarles.