Se me vino a la mente el clásico poema de Nicomedes Santa Cruz sobre la etapa escolar, ya que hace tres días, el 5 de febrero se recuerda el día de su fallecimiento. Es tan clásico que una generación tras otra, la hemos repetido y cantado.
“A cocachos aprendí” fue un gran poema para las nuevas generaciones que, además se presta para reflexionar sobre por qué alguien lastimaría a un alumno para prestar atención. Y hasta la palmeta que mencionaba resultaba algo fuera de lugar.
En ese entonces, solo podía quedarme en esa parte del poema “A cocachos aprendí/mi labor de colegial/en el Colegio Fiscal/ del barrio donde nací” y mi mente cantaba el resto. Ya en la universidad, cuando volví a leerlo, me di cuenta que era una gran denuncia hacia el sistema escolar.
La violencia jamás debería ser una opción entre las medidas correctivas, y no solo hablamos de la física, sino también de la psicológica. Según el Observatorio Internacional de acoso escolar dependiente de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, Oficina Perú -que monitorea y recepciona denuncias de bullying- entre marzo de 2020 y marzo de 2021 se reportaron 15.558 casos de acoso escolar o bullying.
Esta cifra es preocupante y peligrosa, pues un espacio para aprender puede volverse el más terrible de los lugares. A ello, se le suma que muchas veces los profesores no están preparados para ciertas situaciones como actuar frente ataques homofóbicos, racistas, clasistas. En este mismo estudio, indicaron que el 43% comentó que el profesorado nunca intervino cuando fue testigo de estos comentarios.
Creo que como muchos fuimos, alguna vez, testigos de actos violentos que no identificamos como tal en su momento. Eso de «agarrar de punto a alguien» solo es una muestra de inseguridad y miedo. En la actualidad, hay diversas herramientas online donde los estudiantes pueden buscar ayuda, pero estas deberían ser accesibles a todos.
Acceder a una educación integral debería ser un derecho. Aprender y aprender, más que nada eso y no una tortura.
Se puede aprender y no a cocachos.