El Tribunal de Primera Instancia de Túnez ha imputado este jueves a más de una veintena de opositores, entre ellos varios líderes, por los cargos de «terrorismo», una acción que se enmarca en un aumento de las detenciones y condenas contra opositores en el país durante los últimos meses, a los que se les suele acusar de «terrorismo», de «corrupción» o de «insultar a cargos públicos».
Entre los acusados se encuentran el líder del movimiento islamista Ennahda, Rachid Ghanuchi –también imputado por «conspiración»–, el exjefe de Gobierno Youssef Chahed, la exjefa de gabinete Nadia Akacha y otros destacados miembros de la oposición como Mustafa Jedher, Lofti Zitun, Kamel Bedui o el ex director general de Seguridad Nacional Kamel Guizani.
Además, el ex primer ministro Mehdi Ben Gharbia y otro alto cargo de Ennahda, identificado como Ahmed al Amari, también han sido imputados por terrorismo en relación a una serie de crímenes ocurridos dentro de las cárceles del país, según ha informado la emisora tunecina Mossaique FM.
La formación islamista ha denunciado desde hace meses la deriva autoritaria del presidente, Kais Saied, quien en mayo de 2021 se arrogó todas las competencias tras disolver el Gobierno y suspender el Parlamento –encabezado por el líder de Ennahda, Rachid Ghanuchi–, posteriormente disuelto.
La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional (FSN), ha denunciado desde entonces el aumento de la represión y ha exigido la dimisión de Saied, especialmente ante la oleada de detenciones de opositores, activistas y periodistas y las bajas tasas de participación en el referéndum constitucional y las elecciones celebradas desde entonces en Túnez.