La Unión Europea (UE) ha instado a Mongolia, indicó este lunes (02.09.2024) una portavoz comunitaria, a cooperar con la Corte Penal Internacional (CPI) en el arresto solicitado por ese tribunal internacional contra el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la visita oficial del mandatario a ese país, al que llegó esta misma tarde.
«Mongolia es parte del Estatuto de Roma desde 2002, con las obligaciones que conlleva. Hemos elevado nuestra preocupación sobre la visita y dejado clara nuestra posición a través de nuestra delegación en Mongolia», indicó la portavoz Nabila Massrali durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea. Agregó que la Unión Europea apoya la investigación del fiscal de la CPI en Ucrania y que «pide total cooperación de todas las partes».
La portavoz afirmó que Mongolia, «como otros países, tiene derecho a desarrollar sus lazos internacionales de acuerdo con sus intereses», pero destacó que «hay una orden de arresto contra Putin de la CPI, por la deportación ilegal y transferencia de miles de niños ucranianos de los territorios ocupados temporalmente por Rusia en Ucrania».
Otras voces piden la detención de Putin
También la organización Human Rights Watch ha pedido a Mongolia que niegue la entrada al presidente ruso, Vladimir Putin, o que lo detenga, según un comunicado de Maria Elena Vignoli, de la unidad de justicia global de la organización no gubernamental, publicado el lunes.
La propia CPI pidió, después de que se anunciara el viaje de Putin, oficialmente el viernes a Mongolia, que firmó el tratado en el año 2000 y lo ratificó en 2002, que coopere con el tribunal y detenga al presidente ruso. «Los Estados Partes del Estatuto de Roma de la CPI tienen la obligación de cooperar de conformidad con el Capítulo IX del Estatuto de Roma, mientras que los Estados no Partes pueden decidir cooperar de manera voluntaria», subrayaba. En caso de que no se coopere, recordó, los jueces de la CPI pueden informar a la asamblea de Estados Parte para que adopte «las medidas que considere apropiadas».
Ucrania también se sumó el viernes a la campaña y expresó su esperanza de que «Mongolia entienda que Putin es un criminal de guerra». «El secuestro de niños ucranianos es sólo uno de los muchos crímenes por los que Putin y el resto de dirigentes políticos y militares de Rusia deben afrontar justicia», dijo entonces el Ministerio de Exteriores ucraniano.
«No estamos preocupados», dijo el Kremlin
En cambio, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que «todos los aspectos de la visita han sido preparados minuciosamente». «No, no estamos preocupados (…) Tenemos un magnífico diálogo con nuestros amigos de Mongolia», zanjó en rueda de prensa Peskov, al ser preguntado si existían temores respecto a la posible detención del mandatario ruso en el país incrustado entre Rusia y China.
Putin realizará mañana martes una visita oficial a Mongolia, donde se reunirá en Ulán Bator con su homólogo mongol, Ukhnaa Khurelsukh, con quien intercambiará opiniones sobre las relaciones bilaterales y la cooperación. Además, participará en un evento conmemorativo por el 85º aniversario de la batalla del río Khalkh, en la que tropas soviéticas y mongolas se enfrentaron a fuerzas japonesas.
Será la primera visita de Putin a un Estado miembro de la CPI desde que ese organismo emitió el pasado año una orden de detención contra el mandatario ruso, a la que el Kremlin negó todo valor jurídico, por presuntos crímenes de guerra en Ucrania, una decisión a la que Moscú respondió emitiendo una orden de captura contra el presidente de la CPI.