Los datos de ese sondeo, realizado el año pasado entre más de 100.000 personas en los 27 países de la UE más Albania, Macedonia del Norte y Serbia, reflejan un paradójica situación: hay menos discriminación pero las agresiones y el odio han aumentado, especialmente hacia los más jóvenes.
Cierto progreso pero mucha tarea pendiente
Ese doble mensaje, que hay cierto progreso pero mucha tarea por hacer, es el que lanza la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE en el informe «La igualdad de las personas LGBTIQ ante una encrucijada: avances y retos», que se publica este martes 14 de mayo de 2024.
Así, el 52 por ciento de las personas LGBTIQ que viven en la UE asegura mostrar abiertamente su orientación sexual o identidad de género, en comparación con el 46 por ciento del sondeo realizado en 2019.
Indicativo es que el 54 por ciento de los ahora encuestados sigue evitando dar la mano a su pareja del mismo sexo en público, por miedo a ser atacado, frente al 61 por ciento de hace cuatro años.
Es justo esa mayor apertura la que expone a muchos ciudadanos a mayores niveles de violencia y acoso, desde ataques físicos a mensajes de odio en las redes sociales, señala la FRA.
«Por un lado, tenemos un progreso gradual y lento (en relación) a la discriminación, que beneficia a unos grupos más que a otros. Por otro, persisten los niveles de violencia, o más violencia en algunos casos, dirigidos principalmente contra las personas trans e intersexuales», señala Miltos Pavlou, experto de la FRA.
Esta agencia señala que la discriminación, pese a ser alta, ha descendido: del 42 por ciento que se sentía discriminado en 2019, al 37 por ciento que denuncia esa situación ahora.
Agresiones físicas e insuficiente protección estatal
Los datos de la FRA señalan, sin embargo, que el porcentaje de personas LGBTIQ que fueron agredidas físicamente en los cinco años previos ha crecido del 11 al 14 por ciento. Y un 55 por ciento de los encuestados declaró haber sufrido acoso en el último año, 18 puntos más que en 2019.
Pavlou asegura que se ha detectado una «situación muy intensa» de campañas de odio en internet contra las personas LGBTIQ, especialmente contra las personas trans.
La FRA recuerda que la UE ha detectado que también desde el extranjero, especialmente Rusia, se lanzan campañas con referencias a «propaganda LGBTIQ» o «ideología de género» o a que esa comunidad es una amenaza para los «valores tradicionales» o que la vincula con enfermedades mentales.
En esa paradoja de avances dentro de una situación de acoso y violencia, la FRA destaca que, por ejemplo, en los colegios se habla más y de forma más positiva de temas LGBTIQ pero, al mismo tiempo, el acoso escolar ha crecido.
Además, aunque hay avances legales que equiparan derechos, la satisfacción con los Gobiernos ha descendido, y ahora sólo el 26 por ciento de los encuestados, frente al 30 por ciento de 2019, cree que las autoridades combaten efectivamente los prejuicios y la intolerancia.