El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, lanzó una fuerte advertencia este viernes sobre las intenciones del presidente estadounidense, Donald Trump, de anexionar Canadá. Según Trudeau, el objetivo principal de Trump sería apoderarse de las vastas reservas de materias primas y minerales críticos que posee el país vecino. La amenaza de Trump de convertir a Canadá en el 51.º estado de Estados Unidos ha sido un tema recurrente desde que asumió su segundo mandato el pasado 20 de enero, y el mandatario ha señalado en varias ocasiones su interés por «absorber» al país, utilizando incluso lo que llamó «la fuerza económica».
La preocupación de Trudeau sobre la anexión de Canadá
En comentarios realizados a puerta cerrada durante una cumbre en Toronto con líderes empresariales, políticos y sociales de Canadá, Trudeau expresó su preocupación sobre la ambición de Trump de incorporar Canadá a Estados Unidos. Según el primer ministro, la Administración de Trump no solo tiene conocimiento de las importantes reservas de minerales y recursos naturales que posee Canadá, sino que, en su opinión, esa podría ser una de las principales razones por las que el presidente estadounidense continúa hablando de hacer del país un nuevo estado de la unión.
El primer ministro afirmó que Trump y su gobierno son plenamente conscientes del valor estratégico de los recursos minerales de Canadá, incluidos los metales raros y minerales críticos que se encuentran en su territorio. Estos recursos son esenciales para las industrias tecnológicas y de defensa, y la demanda global de ellos ha aumentado significativamente en los últimos años. Ante este contexto, Trudeau sugirió que Trump ve la anexión como una forma sencilla de aprovecharse de estos recursos de manera directa.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, habla durante una cumbre con líderes empresariales, políticos y sociales canadienses este viernes en Toronto, Canadá. EFE/Julio César Rivas
Trump y sus comentarios sobre la anexión de Canadá
La primera vez que Donald Trump expresó su interés en anexionar Canadá fue durante una visita de Justin Trudeau a Florida después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Durante ese encuentro, el presidente estadounidense sugirió que la única manera de evitar los aranceles que estaba imponiendo a los productos canadienses, los cuales Canadá consideraba devastadores para su economía, era que el país se convirtiera en el 51.º estado de Estados Unidos.
Este comentario sorprendió a muchos, pero fue solo el comienzo de una serie de declaraciones y amenazas similares. Trump ha reiterado en varias ocasiones que Canadá debería integrarse a Estados Unidos como un estado más, no solo como una solución a los aranceles comerciales, sino también como una manera de facilitar el acceso de EE.UU. a los recursos naturales de su vecino del norte. La idea de incorporar a Canadá ha sido respaldada, en parte, por la creencia de Trump de que esto fortalecería la posición económica de Estados Unidos a nivel global.
La estrategia económica de Trump sobre Canadá
Uno de los elementos más polémicos de las propuestas de Trump ha sido su mención de utilizar «la fuerza económica» para doblegar a Canadá. Esta declaración fue interpretada por muchos como una amenaza velada de aplicar medidas económicas severas, como aranceles elevados, para presionar a Canadá a aceptar la anexión. Aunque esta no es la primera vez que Trump ha recurrido a tácticas económicas para conseguir sus objetivos políticos, la idea de utilizar las reservas naturales de Canadá como moneda de cambio añade un nuevo nivel de complejidad a la relación bilateral.
Sebastiao Moreira/EFE
Imposición de aranceles y tensiones comerciales
El tema de los aranceles ha sido un punto de fricción importante en las relaciones entre ambos países. Tras el encuentro entre Trump y Trudeau en Florida, el presidente de EE. UU. anunció que impondría aranceles del 25% sobre los productos canadienses, lo que Canadá consideraba una amenaza directa a su economía. Este movimiento generó una ola de críticas tanto a nivel nacional como internacional, pero la administración de Trump defendió estas medidas como parte de su estrategia para proteger la industria estadounidense y reducir el déficit comercial.
A pesar de que estos aranceles estaban programados para entrar en vigor de inmediato, actualmente se encuentran suspendidos por un período de 30 días, lo que da tiempo para negociar una resolución. Sin embargo, el clima de incertidumbre persiste, ya que la administración de Trump ha dejado claro que los aranceles podrían reactivarse en cualquier momento si Canadá no cumple con los términos impuestos por Washington.