Taiwán afirmó el domingo (13.10.2024) estar «en estado de alerta» después de haber detectado un portaaviones chino al sur de la isla, anunció el Ministerio de Defensa en un comunicado. «El portaaviones chino ‘Liaoning’ penetró en aguas cercanas al canal de Bashi y se dirige probablemente hacia el Pacífico occidental», explicó el Ministerio de la isla autónoma, precisando que el Ejército «permanece en estado de alerta, listo para actuar si fuese necesario».
El Ejército chino difundió también un vídeo en el que decía que estaba «preparado para la batalla» en medio de las preocupaciones en Taipéi sobre la posibilidad de una nueva ronda de ejercicios militares chinos. China considera a Taiwán, gobernado de forma democrática y autónoma, como parte de su propio territorio. Y a su presidente, Lai Ching-te, un «separatista». El Ejército chino opera de forma rutinaria alrededor de la isla.
China, de hecho, intensificó su presión militar y política sobre Taiwán en los últimos años y nunca ha renunciado a emplear la fuerza militar para recuperar el control de la isla. Pekín organizó tres series de maniobras de gran envergadura estos dos últimos años, con intervención de su fuerza aérea y de su Marina para rodear la isla. Las relaciones entre Pekín y Taipéi son pésimas desde 2016, cuando llegó a la presidencia taiwanesa Tsai Ing-wen, predecesora de Lai.
Lai, que asumió el cargo en mayo, se comprometió el jueves en su discurso por la fiesta nacional taiwanesa a «resistir a la anexión» china de la isla. Lai dijo que la República Popular China no tenía derecho a representar a Taiwán, pero que la isla estaba dispuesta a trabajar con Pekín para combatir desafíos como el cambio climático, adoptando un tono firme y conciliador. El gobierno chino reaccionó advirtiendo que las «provocaciones» del presidente taiwanés causarían un «desastre» para su pueblo.
Fuentes de seguridad en Taiwán habían dicho que el discurso de Lai podría provocar nuevas maniobras militares chinas, realizadas por última vez por el país en mayo en lo que Pekín dijo que fue un «castigo» por, precisamente, el discurso con el que Lai inauguró su mandato.