Casas destruidas, saqueos y un deseo de venganza. Un exreservista de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dio a conocer en entrevista con CNN una grave mala conducta por parte de las fuerzas israelíes en Gaza y una falta de disciplina en la estructura de mando.
Yuval Green, un exparacaidista de 26 años, es uno de los pocos soldados que han servido en la guerra de Israel contra Hamas y que ahora critican públicamente la forma en que se está desarrollando.
Green describió el comportamiento y las supuestas fechorías de sus compañeros reservistas mientras servían en el enclave palestino, y el día en que decidió decirles a sus comandantes que ya no podía ser parte de su unidad.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, la acción militar israelí en la Franja ha matado a casi 40.000 palestinos y herido a más de 90.000. A principios de julio, casi 2 millones de personas habían sido desplazadas en Gaza, casi toda la población, según cifras de las Naciones Unidas.
Green, que sirvió como médico en su unidad, dijo a CNN que antes del 7 de octubre, cuando fue reclutado para el servicio de reserva, tenía la intención de abandonar el ejército, objetando su conducta en la Ribera Occidental ocupada por Israel. Planeó decírselo a sus camaradas el 8 de octubre, pero después del ataque de Hamas, se sintió obligado a apoyarlos mientras se movilizaban para la guerra.
“Cuando llegó el 7 de octubre, me resultó difícil decirles en ese momento que no estaba dispuesto a ir con ellos”, dijo Green. “Así que decidí unirme a mis amigos… No sabía qué sería lo correcto que hacer”.
Atmósfera de “satanización de los habitantes de Gaza”
Green dijo a CNN que sirvió en el perímetro de Gaza en noviembre del año pasado antes de ser enviado al enclave el 2 de diciembre, pasando 51 días en la ciudad de Khan Younis, en el sur. Dijo que la ira que sintieron los israelíes después del 7 de octubre y los llamados a la venganza se expresaron abiertamente en su unidad, mientras esperaban ser enviados a Gaza, y lo llamó la “satanización” de los palestinos.
“En los días antes de que entráramos en Khan Younis… había una atmósfera que estaba creciendo de demonización de los habitantes de Gaza”, dijo, y agregó que escuchó a la gente “hablar de matar, arruinar toda Gaza. Eliminarla se convirtió en algo que la gente (estaba discutiendo), como si fuera una especie de idea legítima”.
Las reglas de combate de las FDI en Gaza han estado bajo un gran escrutinio. Green afirma que los comandantes de las FDI sobre el terreno parecían acceder a los deseos de los soldados de tener menos restricciones en su conducta que en incursiones anteriores.
“Sentí que mis comandantes trataban de seguir a los soldados y tratar de decir cosas que ellos pensaban… (que eran) lo que los soldados querían oír. Ya sabes, decir cosas como, ‘No vamos a tener fronteras en Gaza esta vez’”.
Green dijo que no sirvió durante ciclos anteriores de violencia en Gaza, pero participó en tareas de guardia en el perímetro de Gaza y en la Ribera Occidental, así como en entrenamiento.
“No nos importa lo suficiente” la vida de los palestinos
La guerra en Gaza ha causado una destrucción material generalizada de hogares, infraestructura, hospitales y escuelas. Green asegura que fue testigo de la destrucción “innecesaria” de hogares palestinos.
“Vimos mucha destrucción que no estaba necesariamente relacionada con razones militares. Todo tiende a volverse muy confuso, ya sabes, la gente está destruyendo casas porque cree que debe vengarse de lo que pasó el 7 de octubre y eso se mezcla con las razones para destruir casas por razones militares”, comentó Green, y añadió que fue testigo del “caos… Puedo decirte al 100% que hemos destruido casas al menos por razones que… no nos importan lo suficiente las vidas de los palestinos”.
Al describir la magnitud de los daños en Gaza, dijo: “No te lo puedes imaginar. Ciudades que están completamente arruinadas”.
Acusaciones de saqueo
Green dijo a CNN que una de las cosas que más le molestó fue presenciar lo que según él fue el saqueo de hogares palestinos por parte de soldados de su propia unidad.
“Ves saqueos de tus compañeros todo el tiempo. Eso fue algo que me resultó muy difícil de ver. Quiero decir, la gente se llevaba ‘souvenirs’ de las casas de los palestinos, lo que creo que se relaciona directamente con la satanización que hemos visto antes de la entrada a Khan Younis”, dijo. “La gente se llevaba, ya sabes, collares y hacía grafitis en las paredes y… dejaba atrás daños en las casas que eran completamente innecesarios”.
Cuando se le preguntó si cree que los comandantes de las FDI toleraban este comportamiento, Green dijo que oficialmente desaprobaban esa conducta, pero no podían detenerla.
“Creo que los comandantes superiores de las FDI creen que esto no debería suceder, ni saqueos ni grafitis”, dijo Green. “Pero no creo que (las FDI) tengan los recursos para detenerlo, y creo que, ya sabes, todo se reduce a los soldados (en) el campo. No se puede impedir que ningún soldado haga cosas”.
Mientras presenciaba el supuesto saqueo, Green dijo que se enfrentó a sus compañeros, lo que dio lugar a “muchas discusiones”, pero no pudo convencer a sus superiores para que actuaran: “Algunos de ellos estaban de acuerdo conmigo, otros no, o algunos de ellos, ya sabes, estaban en el medio”.
“Pero ninguno de ellos pudo controlar nuestras acciones”.
La decisión de irse
Al final, un momento específico impulsó a Green a tomar la difícil decisión de dejar su unidad: cuando un comandante supuestamente ordenó quemar una casa palestina en la que estaban destinados.
“En algún momento, mi comandante le dijo a mi pelotón que quemara la casa en la que nos estábamos quedando”, contó Green. “Me acerqué a él y le pregunté: ‘¿Por qué estamos haciendo eso?’. Me dio algunas razones, y creo que no eran lo suficientemente fuertes”.
“Eran razones de tipo militar, pero se mezclaban con razones de tipo vengativo. Creo que esto es lo que está pasando en Gaza. Israel hace cosas porque necesita cumplir un tipo de propósito militar, pero todo se mezcla con nuestra necesidad de venganza, o la necesidad israelí de venganza”.
“Le dije: ‘No estoy dispuesto a participar en eso. No voy a destruir una casa que pertenecía a unas pocas familias que se quedarían sin hogar por eso, y me voy’. Y me fui en el primer vehículo que salió”.
Green dijo que decidió hablar públicamente para presionar al gobierno israelí para que aceptara un acuerdo de cese del fuego y de rehenes. El Gobierno israelí dijo esta semana que eran los líderes de Hamas los que estaban impidiendo un acuerdo.
“Creo que hay acuerdos concretos sobre la mesa en este momento, que Hamas acepta y que tienen sentido. Quiero decir, esos acuerdos dicen que todos los rehenes serán liberados, e Israel no acepta el fin de la guerra. Y eso es una locura”, dijo Green.
Green agregó que la supuesta negativa de Israel a aceptar un acuerdo estaba causando la muerte de rehenes. “Lo he visto desde dentro”, dijo. “Quiero decir, no dijimos nada antes de entrar en Gaza sobre los rehenes. Podríamos haberlos matado, ya sabes, en cualquier momento, y es algo que ha sucedido. Sabemos de más de 10 rehenes que murieron directamente por los bombardeos israelíes o, ya sabes, los tres rehenes que murieron”, refiriéndose a un incidente de fuego aliado por parte de las FDI en diciembre, en el que los soldados dispararon fatalmente a tres rehenes.
La posibilidad de que los rehenes hayan muerto durante los bombardeos israelíes es un tema delicado en Israel. En ocasiones, funcionarios han anunciado que se creía que los rehenes habían muerto durante su cautiverio, pero en ningún momento se ha atribuido ese anuncio a ataques aéreos israelíes. El ejército israelí no ha respondido a la solicitud de CNN para que comentara las afirmaciones de Green.
“Tenemos que decirle a nuestro gobierno que detenga la guerra. Esta es la única solución correcta para salvar las vidas de los palestinos que mueren todos los días y pasan por un infierno en los últimos meses, salvar las vidas de los soldados, los soldados israelíes, que ahora están presentes en Gaza y mueren todos los días, y obviamente las vidas de los rehenes”.