Tras dos años y medio de combates, la caída de la ciudad minera de Vugledar, a unos 50 kilómetros al suroeste de Donetsk, suscita dudas sobre la solidez de las posiciones defensivas de Ucrania en la línea del frente sudoriental.
«El Alto Mando dio su autorización a la maniobra de retirada de Vugledar para permitir salvar hombres y equipamiento militar, y tomar nuevas posiciones para continuar las operaciones», escribió el miércoles (2.10.2024) en su cuenta de Telegram la unidad Jortitsia del Ejército de Ucrania, encargada de las operaciones en la zona.
En riesgo por constantes ataques
La unidad reivindicó asimismo haber ocasionado fuertes pérdidas en las tropas rusas, pero señaló que estaban en riesgo de quedar rodeados por sus incesantes ataques. El Ejército ruso lleva intentando capturar esta ciudad desde las primeras semanas de la invasión.
Con una población de 14.000 personas antes de la guerra, Vugledar es una de las principales conquistas rusas, tras meses de lentos avances en el frente oriental. La ciudad ha sido escenario de mortíferos combates y ha quedado prácticamente devastada por los bombardeos rusos.