El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró este domingo (21.07.2024) que cazas de combate MiG-29 y MiG-31 interceptaron a dos bombarderos estadounidenses B-52H sobre las aguas del mar de Barents, en el Ártico. Según la versión de Moscú, cuando los cazas se acercaron a los aviones estratégicos estadounidenses, estos dieron la vuelta y se alejaron de la frontera rusa.
El mando ruso destacó que el vuelo de sus aviones se completó respetando estrictamente las normas internacionales para el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales y respetando las medidas de seguridad. Añade que la maniobra de interceptación impidió que se produjera una violación del espacio aéreo ruso, tras lo cual los cazas volvieron a sus bases.
Los cazas despegaron para interceptar un «objetivo aéreo que se aproximaba a la frontera estatal de la Federación Rusa», identificados como «dos bombarderos estratégicos B-52H de la Fuerza Aérea de Estados Unidos”, señala el comunicado ruso. «Cuando se acercaron los cazas rusos, los bombarderos corrigieron su rumbo de vuelo, alejándose y luego girando para distanciarse de la frontera estatal de Rusia».
Actitud más agresiva
La Fuerza Aérea de Estados Unidos lleva a cabo regularmente vuelos sobre aguas internacionales, operaciones que según afirma se realizan en espacio aéreo neutral y de conformidad con el derecho internacional. Pero en los últimos meses Rusia ha respondido de forma más agresiva a este tipo de maniobras. En junio ya advirtió que los vuelos de drones estadounidenses sobre el Mar Negro corrían el riesgo de desembocar en un enfrentamiento militar «directo».
Esas operaciones sobre el Mar Negro, dice Rusia, tienen como objetivo ayudar a Ucrania a atacar posiciones rusas en la Crimea ucraniana ocupada. Moscú advirtió en junio que los oficiales se estaban preparando para una «respuesta” a Estados Unidos por esos vuelos de reconocimiento. En marzo de 2023, un caza Su-27 dañó a un dron estadounidense MQ-9.