El primer ministro británico, Keir Starmer, y el millonario estadounidense Elon Musk han protagonizado un cruce este lunes después de que Musk afirmara que «la guerra civil es inevitable» en Reino Unido en referencia a los graves disturbios protagonizados en la última semana por ultraderechistas.
Desde el gabinete de prensa de Starmer han reprochado a Musk que «no hay justificación» para sus comentarios. «Cualquiera que azuce la violencia tendrá que afrontar todo el peso de la ley. Las plataformas online tienen una responsabilidad», ha advertido.
El propio Starmer ha publicado en X que «esto no es una protesta, sino pura violencia». «No vamos a tolerar ataques a mezquitas ni contra las comunidades musulmanas», ha advertido.
A lo que Musk, considerado la persona más rica del mundo, ha respondido preguntando «¿no le deberían preocupar los ataques contra ‘todas’ las comunidades?».
Casi 400 personas han sido detenidas en la última semana de disturbios en el marco de la ola de disturbios y protestas ultradrechistas y antiinmigración registradas en varias ciudades británicas en protesta por el apuñalamiento mortal de tres niñas en Southport el pasado lunes, atribuido falsamente a un extranjero.