El nuevo gobierno laborista británico planea ampliar la liberación anticipada de prisioneros a partir de septiembre para abordar una crisis de hacinamiento en las cárceles que, según la autoridad judicial amenaza con crear «una ruptura total de la ley y el orden».
Desde principios de 2023, las prisiones británicas están llenas a 99 %. Para el 8 de julio, solo quedaban disponibles unas 700 plazas para los hombres, de un total de 84.000.
«Si no actuamos ahora, nos arriesgamos a un hundimiento del sistema de justicia criminal y a disturbios del orden público», declaró este viernes (12.07.2024) la nueva ministra de Justicia, Shabana Mahmood, en la cárcel HMP Five Wells, en el centro de Inglaterra.
Según el gobierno, podría dejar de haber plazas disponibles en los centros penitenciarios «en unas semanas».
Entre las medidas anunciadas, los detenidos que pueden optar a una liberación anticipada bajo control policial luego de haber cumplido la mitad de su pena, podrán beneficiarse de esta medida antes, tras haber completado 40 % de su condena.
Las personas condenadas a más de 4 años y las encarceladas por delitos sexuales fueron excluidas de este dispositivo. Las nuevas medidas no entrarán en vigor hasta septiembre y están sometidas a aprobación del Parlamento.
El nuevo primer ministro Keir Starmer acusó a los anteriores gobiernos conservadores de esta situación. «Es una irresponsabilidad flagrante por parte del gobierno saliente», aseguró desde Washington, donde participó en una cumbre de la OTAN.