El primer ministro británico, Keir Starmer, visitó este viernes Southport, al noroeste de Inglaterra, por segunda vez esta semana tras el acuchillamiento múltiple ocurrido en la localidad, que dejó un saldo de tres niñas muertas y una decena de heridos, y desembocó en varios incidentes violentos.
Tras acudir este martes a depositar flores en honor a las víctimas, el premier británico regresó a Southport para reunirse en privado con el alcalde de la localidad, Steve Rotheram, y la jefa de policía del área de Merseyside, Serena Kennedy, y después visitó el Hospital Infantil de Alder Hey, en Liverpool, para agradecer a los sanitarios su labor tras el trágico incidente sucedido este lunes.
Según el periódico local ‘Liverpool Echo’, Starmer destacó “el trabajo duro y la profesionalidad” de los trabajadores del hospital en el que fueron tratados gran parte de las víctimas -en su mayoría, menores- heridas presuntamente por el joven de 17 años identificado como Axel Rudakubana en un acuchillamiento múltiple durante un taller de yoga dedicado a Taylor Swift.
Los orígenes raciales y religiosos de Rudakubana suscitaron muchas especulaciones y bulos que, a través de las redes sociales, varios grupos de ultraderecha relacionaron directamente con los problemas de inmigración del país y con la comunidad musulmana, y alentó varias manifestaciones violentas en ciudades del Reino Unido, como Londres o la propia Southport.
Según confirmó en un comunicado la policía de Merseyside, siete personas fueron arrestadas en Southport tras los disturbios del pasado martes en las inmediaciones de una mezquita de la localidad, que finalizó con medio centenar de policías heridos, al serles arrojados ladrillos, botellas o contenedores de basura.
El propio Starmer apuntó este jueves al “odio de la extrema derecha” como principal responsable de los desórdenes violentos producidos tras el acuchillamiento de Southport y anunció la creación de una nueva unidad policial para hacer frente a este tipo de incidentes, que solo en Londres acabaron con más de un centenar de detenidos.
En esta línea, el alcalde de Southport expresó su preocupación ante la posibilidad de una escalada de la violencia este viernes y a lo largo del fin de semana, aunque aseguró que sabían cómo actuar para “cortar estas cosas de raíz”.
“Quiero que nuestras comunidades tengan la seguridad de que estamos completamente preparados para lidiar con cualquiera que intente causar desorden”, añadió en una nota la subdirectora de la policía de Merseyside, Jenny Sims.