El mandatario de Taiwán William Lai prometió este jueves (10.10.2024) «resistir la anexión» ante la creciente presión militar y política de China sobre la isla de gobierno democrático.
«Mantendré el compromiso de resistir la anexión o usurpación de nuestra soberanía», declaró Lai en un discurso con motivo de la celebración del Día Nacional.
El mandatario, considerado como un «independentista” y un «alborotador” por Pekín, agregó que la República Popular de China «no tiene derecho a representar a Taiwán”, a la que definió como una tierra de «libertad” y «democracia”, y recalcó su voluntad de «unir” a los 23 millones de ciudadanos de la isla.
«La República de China (nombre oficial de Taiwán) ha echado raíces en Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu. La República de China y la República Popular China no están subordinadas entre sí”, aseveró el mandatario entre aplausos.
Durante su discurso con motivo del Día Nacional de la República de China, Lai subrayó que, como presidente, su responsabilidad es «salvaguardar la supervivencia y el desarrollo” de Taiwán, uniendo a la población y defendiendo la soberanía de la isla frente a cualquier intento de «invasión o anexión”.
La caída de la última dinastía imperial
El Día Nacional de la República de China conmemora el derrocamiento de la última dinastía imperial china y el establecimiento de la República de China en su lugar.
China insiste en que Taiwán es parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para retomar el control.
Pekín ha intensificado la presión sobre la isla para que acepte su reclamo de soberanía, y las relaciones bilaterales han continuado tensas desde que Lai tomó el poder en mayo.
Las celebraciones del jueves marcan el 113 aniversario de la caída de la dinastía china de Qing y la posterior fundación de la República de China.
La actual disputa entre China y Taiwán data de la guerra civil entre las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai-shek y los comunistas de Mao Zedong.
Los nacionalistas huyeron a Taiwán tras su derrota a manos de los comunistas en 1949.
Taiwán mantiene el nombre oficial de República de China.