La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París-2024, de este viernes, generó encendidas reacciones entre la clase política francesa.
El momento que generó más revuelo fue la presencia de drag queens en un cuadro artístico de la ceremonia en el que la puesta en escena hacía pensar en la Última Cena de Jesucristo con sus apóstoles. Sobre la mesa, el cantante Philippe Katerine aparecía pintado de azul y casi desnudo, con aires de Dioniso.
La senadora de Los Republicanos (derecha) Valérie Boyer denunció «una visión de nuestra historia (…) que busca ridiculizar a los cristianos», en aparente alusión a dicha escena de Philippe Katerine con las drag queens.
La eurodiputada ultraderechista Marion Maréchal calificó a su vez el evento de «J-Woke 2024». «No es Francia la que habla, sino una minoría de izquierda dispuesta a todas las provocaciones», añadió.
A las críticas se sumó la conferencia episcopal de Francia, por las escenas de «mofa del cristianismo, que lamentamos muy profundamente» , si bien, matizan, hubo también «momentos maravillosos de belleza y alegría, ricos en emociones y universalmente reconocidos».
«Pensamos en todos los cristianos de todos los continentes, que se sintieron heridos por el ultraje y la provocación de ciertas escenas», insistieron los obispos.
Por su parte, el coordinador de La Francia Insumisa (izquierda radical) Manuel Bompard, mientras que el líder del Partido Socialista señaló «¡Qué orgullo cuando Francia habla al mundo!». Asimismo, en X, Oliver Faure, aplaudía la celebración de los «valores de libertad, igualdad y fraternidad a los cuales se sumaron la sororidad, la paridad y la inclusividad».
«Es la mejor respuesta al auge del fascismo y la extrema derecha (…) Qué bofetada a los oscurantistas», comentó por su parte la ecologista Sandrine Rousseau.
El gobierno francés retuiteó un vídeo de la actuación de Aya Nakamura con comentarios elogiosos.
Audiencia casi récord
La ceremonia de apertura fue masivamente seguida en Francia, donde 22 millones de espectadores vieron en la televisión pública France 2 el acto con un 81,5% de cuota de pantalla, según el sistema de medición de Mediametrie.
Sin contar las alocuciones del presidente de la República Francesa durante la crisis del covid-19, el récord de audiencia televisiva en Francia se dio en la final del Mundial de fútbol ganada por Argentina ante Francia en diciembre de 2022, que tuvo entonces 24,08 millones de telespectadores en TF1, con una cuota de pantalla del 81%, también según Mediametrie.