Peter Pellegrini asumió el sábado la presidencia de Eslovaquia en una ceremonia celebrada entre fuertes medidas de seguridad tras el atentado contra su estrecho aliado, el primer ministro populista Robert Fico, hace un mes.
Pellegrini hizo un llamado a la unidad nacional en su discurso durante una sesión extraordinaria del Parlamento que tuvo lugar en la sede de la Filarmónica eslovaca. Es el sexto presidente del país desde su independencia, luego de la desintegración de Checoslovaquia en 1993.
“Somos una nación, una sociedad, una Eslovaquia”, dijo.
Pelligrini, de 48 años, superó al diplomático prooccidental Ivan Korčok en el balotaje de las elecciones presidenciales el pasado 6 de abril. Su victoria reforzó el control de Fico sobre el país al darle a él y a sus aliados el control de los principales puestos estratégicos.
Toma el relevo de Zuzana Čaputová, la primera jefa de Estado del país y firme defensora de la vecina Ucrania en su guerra contra la invasión rusa. Čaputová no se había presentado a la reelección para el cargo, que es en gran parte ceremonial.
Fico no asistió a la toma de posesión ya que sigue recuperándose de los disparos que recibió en el abdomen mientras saludaba a sus seguidores el pasado 15 de mayo en la ciudad de Handlova. El tirador fue arrestado en el lugar de los hechos.
El partido de izquierdas de Fico, Smer (Dirección), ganó las elecciones parlamentarias del 30 de septiembre con una plataforma prorrusa y antiestadounidense.
Pellegrini, que es partidario de que el Estado tenga un papel destacado, era el candidato del izquierdista Hlas (Voz), que quedó tercero en esos comicios y se integró en la coalición de gobierno con Fico y el ultranacionalista Partido Nacional Eslovaco.
Los críticos temen que, con Fico al mando, el país abandone la senda prooccidental y siga el mismo camino que la Hungría del primer ministro populista Viktor Orbán.
El nuevo ejecutivo suspendió de inmediato las entregas de armas a Ucrania. Miles de personas se han manifestado recientemente en todo el país contra la política prorrusa de Fico y otras medidas como sus planes para reformar el código penal y asumir el control de los medios de comunicación públicos.
Pellegerini, que tras las elecciones fungió como presidente del Parlamento, nunca ha cuestionado las políticas de Fico. El gobierno, dirigido por el primer ministro, ostenta la mayoría de los poderes ejecutivos.