Varias organizaciones no gubernamentales de Brasil, Bolivia y Paraguay pidieron este martes (2.07.2024) al Parlamento Europeo que presione para que la Unión Europea ayude a salvar el Pantanal brasileño, que es el mayor humedal del planeta y se encuentra asediado por incendios sin precedentes.
«Les escribimos para solicitar su ayuda para salvar y restaurar el humedal tropical más grande del mundo, el Pantanal, que se enfrenta a incendios sin precedentes», señalan plataformas como Pantanal SOS, Instituto Ara Azul o Chalana Esperança en una carta difundida por la Fundación de Justicia Medioambiental.
Los firmantes recuerdan que en 2019 la Eurocámara contribuyó a que la UE prestara más atención «a la necesidad de hacer más para detener los incendios forestales en el Amazonas» y de cara a la nueva legislatura comunitaria piden que el Parlamento Europeo renueve ese compromiso y se fijen específicamente en el Pantanal.
Se trata de un ecosistema que alberga gran variedad de especies, muchas de ellas vulnerables o en peligro de extinción, y constituye además «un importante sumidero de carbono» y desempeña un papel «crucial en la regulación del clima en Sudamérica», además de ser el hogar de 1,2 millones de personas.
Los incendios se han cebado con ese humedal, que en 2020 perdió casi el 30 % de su bioma (comunidad ecológica caracterizada por su similitud), lo que representa una superficie cercana a la de Bélgica y que desencadenó unas emisiones de CO2 superiores a las del citado país centroeuropeo, además de acabar con la vida de 17 millones de vertebrados salvajes, señalan en la misiva.
Este mes de junio, según datos publicados esta semana por el Gobierno de Brasil, el Pantanal ha registrado 2.639 fuegos, una cifra seis veces superior al anterior récord, los 435 de junio de 2005, y 17 veces mayor a la media mensual de 154 fuegos registrada por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil desde que este organismo empezó a monitorear en 1998.
Según las organizaciones que firman la misiva, es el «resultado del cambio climático y de la conversión imprudente de tierras dentro del Pantanal y en sus alrededores».
«La deforestación dentro de la llanura de inundación está ocurriendo principalmente para intensificar la producción de ganado, impulsada por la demanda internacional de productos básicos baratos, incluidos los de la UE», lamentan.
Además, la vegetación nativa en las áreas circundantes está siendo sustituida por plantaciones de soja, en «su mayoría» para la exportación, y esto también compromete el flujo de los ríos de la zona, que son «esenciales para garantizar su equilibrio hidrológico», añaden.
El Pantanal ha perdido el 29 % de su superficie de agua en tres décadas y eventos climáticos adversos como El Niño y la Niña o la sequía extrema también están contribuyendo a generar «devastadores incendios forestales».
Por todo ello, y con vistas a la conferencia climática de la ONU COP30 que se celebrará en 2025 en la localidad brasileña de Belén, las organizaciones medioambientalistas instan a los «lideres del Parlamento Europeo a considerar qué más puede hacer la UE para ayudar a proteger y restaurar el Pantanal, y otros humedales igualmente amenazados».
En concreto, solicitan a la Eurocámara que cuando analicen las candidaturas de los aspirantes a comisarios en el nuevo Ejecutivo comunitario se aseguren de que estos reconocen «el papel indispensable de los humedales en la protección de nuestra biodiversidad y la regulación de nuestro clima» y se comprometan a su protección.
Esto incluye, añaden, la «ampliación del alcance de la regulación de la deforestación de la UE para cubrir los humedales y financiar la restauración de humedales críticos a nivel mundial, como el Pantanal».