Unidades militares patrullaban la mañana de este sábado (20.07.2024) las habitualmente saturadas calles de la capital de Bangladesh, Daca, para garantizar el cumplimiento del toque de queda impuesto por las autoridades destinado a sofocar las protestas estudiantes contra las cuotas de empleo gubernamentales, que solo esta semana han dejado al menos 115 muertos. Se prevé que la medida se extienda hasta las 10 a.m. del domingo, con dos horas de pausa para que la ciudadanía pueda comprar alimentos.
El corte de suministro de internet y los servicios de mensajería de texto está en vigor desde el jueves, aislando al país del resto del mundo, mientras la policía reprime las protestas que han continuado, a pesar de la prohibición de las reuniones públicas. Las manifestaciones han dejado a miles de heridos, de acuerdo con datos proporcionados por los hospitales del país.
Durante cinco días, las fuerzas de seguridad han intentado aplacar las protestas lanzando gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, mientras los manifestantes atacaban a los agentes arrojando ladrillos o incendiando vehículos. Las manifestaciones son las mayores desde la reelección este año, por cuarto período consecutivo, de la primera ministra Sheikh Hasina.
Protestas siguen igual
Sin embargo, miles de personas igual se reunieron en el barrio residencial de Rampura, donde los agentes policiales dispararon con munición real contra la multitud. «Nos disparan como si fuéramos pájaros, hay anarquía en este país”, dijo a AFP Nazrul Islam, uno de los manifestantes. En tanto, el portavoz policial Faruk Hossain dijo que al menos 150 policías habían resultado heridos y debieron ser trasladados a hospitales, y otros 150 recibieron tratamiento ambulatorio.
Los manifestantes exigen la eliminación de una polémica ley de cuotas de empleo para beneficiar a determinados sectores de la sociedad, entre ellos los familiares de los combatientes de la guerra de independencia contra Pakistán, en un contexto de alto desempleo juvenil en este país de 170 millones de habitantes. El Gobierno derogó esa ley en 2018, pero la Corte Suprema ordenó su reinstalación.
Ante la crisis, Hasina canceló una visita diplomática a España y Brasil y ordenó el despliegue del Ejército, ante una Policía superada por la magnitud de las protestas. Grupos internacionales de derechos humanos han criticado la suspensión del servicio de internet y la represión. La Unión Europea dijo estar profundamente preocupada por la violencia y la pérdida de vidas.