La junta que gobierna Burkina Faso dijo haber frustrado un complot para desestabilizar el país africano “con ayuda de potencias extranjeras”.
El ministro de Seguridad Mahamadou Sana dijo el lunes por la televisión nacional que “individuos residentes de Costa de Marfil han estado involucrados en actividades subversivas contra nuestro país”.
Sana alegó que había un complot de tres fases estaba siendo elucubrado por civiles y militares de Burkina Faso en el exterior, que pagaron y entrenaron a grupos armados para que realicen ataques. Aseveró que la primera fase del plan fue el ataque yihadista que mató a por lo menos 100 personas en el centro de Burkina Faso el mes pasado. La segunda fase, dijo, iban a ser ataques contra el palacio presidencial, una base militar para drones, y un aeropuerto. La última fase iba a ser ataques cerca de las fronteras del país. Aseguró que las últimas dos fases fueron frustradas.
Sana no mostró pruebas que fundamenten sus afirmaciones, las cuales no pudieron ser verificadas de manera independiente.
El ministro acusó a la oposición, incluyendo al líder del golpe de enero del 2022, dos exministros, dos periodistas y agencias de inteligencia extranjeras de participar en el complot.
Un gobierno transicional ha estado gobernando al país africano luego que los militares tomaron el poder en el 2022, aprovechando el descontento popular hacia gobiernos anteriores democráticamente elegidos, por la falta de seguridad. Los crecientes ataques de extremistas vinculados a Al Qaeda y al grupo Estado Islámico han devastado a Burkina Faso, donde miles de personas han muerto, más de dos millones han sido desplazadas y decenas de miles están al borde de la hambruna.
La junta inicialmente había dicho que celebraría elecciones en julio para devolver al país a la senda democrática, pero hace cuatro meses prorrogó el período de transición cinco años más.
Al asumir el poder, la junta militar prometió a los habitantes de Burkina Faso que darían más seguridad. Sin embargo, ha tenido dificultades en resolver los desafíos de seguridad y la crisis humanitaria que padece el país.