El mandatario galo, Emmanuel Macron, se pronunció así en un discurso durante la apertura de la Comunidad Política Europea, que reúne en Budapest a los jefes de Estado y Gobierno de los 27 miembros de la Unión Europea y de otros veinte países del continente, como Reino Unido, Ucrania y Estados de los Balcanes Occidentales, que está marcada por la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses y sus implicaciones para Europa.
«Donald Trump ha sido elegido por el pueblo estadounidense y va a defender los intereses de los estadounidenses. Es legítimo y es bueno. La pregunta es: ¿estamos nosotros listos para defender los intereses de los europeos?», se preguntó Macron, quien consideró que dar respuesta debe ser una «prioridad».
El presidente francés destacó que Europa afronta un momento «decisivo» de su historia debido al retorno de la guerra al continente, la existencia de desafíos compartidos como el cambio climático, la transición tecnológica o la migración ilegal; y un contexto geopolítico marcado por la existencia de dos bloques -Estados Unidos y China- que «no respetan» las reglas internacionales.
«No queremos ser simplemente clientes y delegar en otros»
«No será un transatlantismo ingenuo, ni el cuestionamiento de nuestras alianzas ni un nacionalismo estrecho lo que nos permitirá superar este desafío frente a China y Estados Unidos», dijo Macron, quien insistió en que Europa no debería dejar que sean «otros» quienes «escriban su historia».
En este sentido, subrayó que los 47 países de la Comunidad Política Europea, con un mercado de más de 700 millones de consumidores, son una «potencia inaudita (…) si se despierta y decide no desaparecer geopolíticamente» ni convertirse en el mercado para otros. «Este es el momento en el que decidimos actuar, defender nuestros intereses nacionales y europeos al mismo tiempo, creer en nuestra soberanía, nuestra autonomía estratégica y decir que no queremos ser simplemente clientes y delegar en otros», insistió el mandatario francés.
Macron hizo hincapié en la necesidad de que los socios europeos trabajen para mejorar su competitividad económica, desarrollen una colaboración política para dar «soluciones concretas» a cuestiones como la migración ilegal y, en particular, aumenten sus capacidades de defensa y protejan su modelo de «democracia liberal abierta» frente a ataques exteriores.
«Ha habido un despertar estratégico que tenemos que asumir, no podemos delegar eternamente nuestra seguridad a los estadounidenses», dijo el francés. «Pensamos que hay que delegar nuestro modelo geopolítico a Estados Unidos, nuestro modelo de crecimiento a nuestros clientes chinos, nuestra innovación tecnológica a los estadounidenses… no es la mejor idea. Yo creo que podemos retomar el control si lo decidimos en la próxima década», insistió.