Los organizadores de París-2024 tuvieron este domingo (28.07.2024) que salir en defensa de una polémica escena durante la ceremonia de apertura de los Juegos, que varios países interpretaron como una ofensa al cristianismo.
La escena en cuestión -que pudo verse en la ceremonia del 26 de julio- se llama Festividad y muestra al inicio a varias personas en drag sentadas a la mesa. La escenografía evoca la última cena de Jesús con sus apóstoles, pero a continuación aparece recostado Philippe Katerine -un cantante muy popular en Francia- casi desnudo, con el cuerpo pintado de azul y con guirlandas de hojas y frutas. Un atuendo que lo hace parecerse a Dioniso, el dios griego que los romanos llamaban Baco y simboliza el vino y los placeres carnales.
«Nunca encontrarán por mi parte ningún deseo de burlarme, de denigrar nada. Quise hacer una ceremonia que reparara, que reconciliara. También, que reafirmara los valores de nuestra República», dijo a la cadena de televisión BFMTV el director artístico de la ceremonia de apertura, Thomas Jolly, quien argumentó que la última cena no fue su «inspiración».
«Creo que estaba bastante claro que era Dioniso quien llegaba a esa mesa. Esta ahí porque es el dios de la fiesta (…) y el padre de Secuana», la diosa y personificación del río que cruza París. «La idea era más bien hacer un gran festival pagano, conectado con los dioses del Olimpo», aseguró Jolly.
«Nunca hubo ninguna intención de faltarle el respeto a ningún grupo religioso, en absoluto», abundó Anne Descamps, directora de comunicaciones del comité organizador en una conferencia de prensa.