El Ejército de Israel confirmó el domingo «con alta probabilidad» que tres rehenes, cuyos cuerpos fueron recuperados de un túnel en el norte de Gaza a mediados de diciembre, murieron en un ataque aéreo israelí perpetrado en noviembre contra el lugar donde se encontraban.
Esas son las conclusiones anunciadas hoy por el Ejército a los familiares de Ron Sherman y Nik Beizer, ambos de 19 años, y a Elia Toledano, de 28; los tres presuntamente muertos en Gaza después de que Israel atacase el complejo de túneles en el que estaban secuestrados en Yabalia a fin de matar a un comandante de Hamás.
La conclusión de su muerte «se basa en el lugar del hallazgo de los cuerpos en relación con el impacto del ataque, la realización del ataque, hallazgos de inteligencia, los resultados de los informes patológicos, así como la determinación del Instituto de Medicina Legal», detalla un comunicado castrense.
«La investigación muestra que los tres secuestrados fueron retenidos en el complejo de túneles desde el que operaba (el comandante de Hamás Ahmed) Ghandour . En el momento del ataque, no teníamos información sobre la presencia de secuestrados», explica el texto.
Sus muertes se suman a las de otros tres cautivos disparados mortalmente «por error» por las tropas israelíes a mediados de diciembre en Shujaiya, a las afueras de Ciudad de Gaza, a pesar de que no llevaban camisetas y portaban una bandera blanca, reveló entonces un portavoz militar.
Hace dos días, en un viaje de medios internacionales empotrados con el Ejército israelí a Rafah, sur de Gaza, en el que estuvo presente EFE, el portavoz del Ejército de Israel, contralmirante Daniel Hagari, aseguró que las tropas están examinando con el «máximo cuidado» el entramado de túneles hallado en Rafah a fin de no cometer errores pasados.