El titular de Seguridad Nacional israelí, el colono y supremacista judío Itamar Ben Gvir, ha ordenado a la Policía del país que impida a las mezquitas retransmitir el llamamiento a la oración por altavoces, según informaron en las últimas horas varios medios locales y confirmó el propio ministro.
«En la mayoría de los países occidentales, e incluso en los países árabes, el ruido es limitado. Solo en Israel reina la anarquía. La oración es un derecho fundamental, pero no puede realizarse a expensas de la calidad de vida de los residentes», escribió anoche Ben Gvir en redes sociales.
Según la orden, publicada inicialmente por el canal 12 de noticias israelí, los agentes podrán entrar en las mezquitas y requisar los altavoces si observan que están siendo utilizados para retransmitir el llamado a la oración.
Además, el también líder del partido ultranacionalista Poder Judío, clave en la coalición de Gobierno, aseguró que trabajará junto a las autoridades para aumentar las multas por exceso de ruido.
Varios miembros de la oposición israelí, incluido el parlamentario árabe Ahmad Tibi, han condenado la medida, que consideran un intento por parte del ultranacionalista de aprovechar la guerra para intensificar la persecución de los palestinos.
Ben Gvir, que defiende la anexión de los territorios palestinos, es conocido por sus declaraciones racistas e incendiarias contra los árabes, y ha sugerido que apoyaría la construcción de una sinagoga en la actual Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado en el islam.
Esta mañana, el ministro aseguró en una entrevista que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está «abierto a la idea» de fomentar la emigración de palestinos de la Franja de Gaza, territorio que la extrema derecha israelí aspira a colonizar de nuevo.
Una vista general desde un techo muestra el complejo del Monte del Templo en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en la Explanada de las Mezquitas. EFE/EPA/Abir Sultan
Ben Gvir, que en el pasado fue condenado por vandalismo, racismo y apoyo a una organización terrorista, subrayó que la actual guerra en la Franja, que ya ha dejado más de 44.300 muertos, es una «oportunidad histórica para acabar con Hamás, restaurar la disuasión y volver a ocupar Gaza».