Los sistemas de defensa aérea israelíes interceptaron en la madrugada y la mañana de este lunes (5.08.2024) varios drones lanzados por la milicia chií Hezbolá desde el Líbano, si bien dos de ellos impactaron en las proximidades de Ayelet HaShahar, a unos 10 kilómetros de la divisoria, y Malkia, a menos de un kilómetro, según las informaciones del Ejército de Israel.
«Como resultado de la caída en la zona, un oficial y un soldado de las fuerzas armadas resultaron levemente heridos», recogió ese Ejército sobre el impacto en Ayelet HaShahar, añadiendo que ambos fueron evacuados a un hospital para recibir tratamiento y que se informó a sus familias de lo sucedido.
Equipos de bomberos se desplazaron al lugar para tratar de extinguir el fuego que provocó.
Hacia las 7:32 de la mañana hora local (4:32 GMT), las sirenas volvieron a sonar en la Galilea occidental apuntando a la entrada de otro dron en territorio israelí, contra el que las fuerzas armadas dispararon un interceptor.
«El incidente ha concluido. Las sirenas por cohetes y misiles se activaron debido al peligro por la caída de restos del interceptor», informó el Ejército israelí sobre los restos del cohete, que fueron a parar a Malkia.
Durante la noche, las fuerzas aéreas israelíes atacaron un almacén de Hezbolá en Kfar Kila y el Ejército disparó artillería contra las áreas de Chebaa y Rachaya al Foukhar, en el sur del Líbano.
Hezbolá, una organización considerada terrorista por EE. UU., Alemania y varios países árabes, reivindicó el ataque de esta madrugada, que dijo haber dirigido contra «la recién establecida sede de la 91ª División del Ejército» en Ayelet.
Hezbolá dice que ataques con drones son en respuesta a ataques israelíes
El grupo pro iraní aseguró que los lanzamientos se produjeron en respuesta a los ataques israelíes contra Bazouriye, Deir Seryan, en los que murieron dos combatientes, mientras que a última hora de la noche Hezbolá anunció la muerte de otros dos de sus efectivos.
Un bombardeo contra la aldea de Deir Seryan mató ayer al miliciano Hasán Imad Karim, de 17 años. Horas antes, un ataque con dron efectuado por Israel cerca de la localidad sureña libanesa de Al Bazouriye mató a un miembro de Hezbolá identificado como Nazih Abed Ali.
Si bien el grupo radical islamista no lo menciona en su comunicado sobre este ataque, poco antes de la media noche informó de la muerte de otros dos combatientes en ataques israelíes muy al norte de la divisoria, uno de ellos cerca de Beirut.
Este último se produjo en Louaizeh, a apenas 12 kilómetros de la capital libanesa, y acabó con la vida del miliciano Mohamed Hassan Farhat, alias ‘Falah’, nacido en 1984, según el grupo.
Poco después, Hezbolá anunció la muerte de Ali Mustafa Amro, alias ‘Abu al Ahrar’ (1985), a unos 30 kilómetros al norte de Beirut, en uno de los ataques más septentrionales de Israel en territorio libanés de los últimos días.
El Ejército de Israel no ha confirmado de manera independiente esos ataques ni la cifra de personas fallecidas.
Amenaza de guerra multifrente
Israel y Hezbolá mantienen un intercambio de fuego constante en la divisoria desde octubre que pone a las partes en su mayor pico de tensión desde 2006, y que ahora amenaza con convertirse en una guerra multifrente con la implicación de Irán tras el bombardeo israelí en Beirut de la pasada semana, y la muerte en Teherán del líder de la organización radical islamista Hamás, Ismail Haniyeh.
Hasta el momento, el cruce de proyectiles en la divisoria ha matado a al menos 586 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbolá, que ha confirmado 359 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria.
En Israel han muerto 47 personas en el norte, 22 militares y 25 civiles, incluidos los 12 menores y adolescentes que perdieron la vida por la caída de un proyectil cuando jugaban fútbol en la localidad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán.