El ministro de Exteriores, Stéphane Séjourné, fue uno de los que saludaron a Louis Arnaud en la pista de aterrizaje de Le Bourget, al igual que varios miembros de su familia, poco después de que su avión tocara suelo a las 8.00 locales (6.00 GMT).
El presidente, Emmanuel Macron, había sido el encargado unas horas antes de anunciar la liberación de Arnaud en su cuenta de X, en la que subrayó que su vuelta a Francia se produce «tras un encarcelamiento demasiado largo en Irán«.
Macron no explicó los detalles sobre las condiciones de esa liberación, pero sí ofreció alguna pista al dar las gracias «a nuestros amigos de Omán y a todos los que han trabajado para este desenlace feliz».
El jefe del Estado aprovechó también para recordar la situación de los otros tres franceses que, según París, están encarcelados en Irán de forma injusta, en represalia por la posición de París sobre el régimen de Teherán.
Se trata de Cécile Kohler y Jacques Paris, arrestados en mayo de 2022, y de un tercer francés del que sólo se ha filtrado su nombre de pila, Olivier.
En el caso de Louis Arnaud, su familia ha contado que, cuando fue detenido, estaba recorriendo Irán porque era un país que siempre había querido visitar por la riqueza de su patrimonio y por el carácter de la población.
Las autoridades iraníes le reprocharon haber participado en manifestaciones contra el poder tras la muerte de la joven Jina Masha Amini en manos de la Policía.
Amini, de origen kurdo, había sido detenida en septiembre de 2022 en Teherán por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico.