El grupo islamista palestino Hamás ha instado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a que también se reúna con algunos de los presos palestinos liberados por Israel, después de su encuentro con un grupo de exrehenes israelíes en la Casa Blanca. En una carta abierta enviada este viernes, Basem Naim, miembro del buró político de Hamás, expresó su preocupación por la situación de los presos palestinos y solicitó que el presidente estadounidense preste la misma atención a este grupo de prisioneros que la que ha mostrado hacia los israelíes.
Los presos palestinos bajo ocupación israelí
En su carta, Naim recordó que mientras Trump ha hablado abiertamente sobre el «insoportable sufrimiento de los cautivos israelíes en Gaza», en este mismo momento existen más de 9.500 presos palestinos en las cárceles israelíes. Estos prisioneros, según el representante de Hamás, sufren un trato injusto y violaciones a sus derechos fundamentales.
De acuerdo con las cifras proporcionadas por Naim, entre los presos palestinos detenidos por Israel hay 365 menores de edad y 21 mujeres. Además, al menos 3.405 de estos prisioneros se encuentran bajo “detención administrativa”, una medida que permite a las autoridades israelíes detener a palestinos sin presentar cargos ni juicio, lo que los somete a un prolongado encarcelamiento sin garantías legales. La detención administrativa es utilizada principalmente en Cisjordania, que está bajo ocupación israelí y donde se aplica la ley militar.

Imagen del presidente de EE.UU., Donald Trump, en Washington, DC (EE.UU.). EFE/EPA/Chris Kleponis / Pool
Condiciones de detención y tortura
Hamás y diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado las condiciones infrahumanas en las que los presos palestinos son detenidos. La ONG israelí B’Tselem, por ejemplo, ha documentado los abusos y torturas que muchos de estos prisioneros sufren mientras están bajo custodia israelí. Las denuncias incluyen malos tratos físicos y psicológicos, así como el acceso limitado a atención médica y la falta de visitas familiares.
Además de las violaciones a los derechos de los prisioneros, las autoridades israelíes también retienen los cuerpos de 665 palestinos muertos bajo custodia. De estos, al menos 59 son menores de edad y nueve mujeres. Esta práctica ha generado una fuerte condena internacional, ya que las familias de los palestinos fallecidos no pueden recibir los cuerpos para enterrarlos, lo que aumenta el sufrimiento de los familiares y la comunidad palestina en general.
El sufrimiento de los presos palestinos en Gaza y Cisjordania
El miembro de Hamás, Basem Naim, hizo hincapié en que el sufrimiento de los prisioneros palestinos en Gaza y Cisjordania es igualmente grave que el de los cautivos israelíes. En este sentido, Naim solicitó al presidente Trump que muestre el mismo nivel de respeto hacia los prisioneros palestinos y les dedique la misma atención que ha dado a los israelíes.
Además de los prisioneros detenidos bajo las condiciones descritas, Naim mencionó que aproximadamente 1.800 palestinos fueron detenidos durante la guerra en Gaza bajo la Ley de Combatientes Ilegales, una legislación israelí que permite detener de manera indefinida a las personas acusadas de estar involucradas en actividades de lucha armada sin necesidad de cargos formales.
Presos palestinos muertos y la falta de justicia
Una de las situaciones más trágicas relacionadas con los presos palestinos es la muerte de al menos 62 prisioneros bajo custodia israelí desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre. Las organizaciones que luchan por los derechos de los prisioneros han denunciado que muchos de estos prisioneros murieron como resultado de las condiciones de detención, el abuso físico y la falta de atención médica adecuada.
Hamás también ha denunciado que las autoridades israelíes están reteniendo los cuerpos de los palestinos muertos, lo que impide a las familias darles un entierro adecuado. Esta práctica ha sido ampliamente condenada tanto a nivel local como internacional, ya que se considera una violación de los derechos humanos fundamentales.