Estonia no enviará ministros a las reuniones celebradas en Hungría durante la presidencia semestral del Consejo de la Unión Europea, que desde julio ejerce el Gobierno de Viktor Orbán, sumándose así al boicot para castigar el viaje del primer ministro húngaro a Rusia.
La decisión, anunciada este viernes por el asesor del Ejecutivo estonio Carlos Kleimann, ha sido motivada porque «Hungría ha abusado con sus acciones de la Presidencia de la UE, socavando gravemente su credibilidad».
«Para Estonia es crucial que la Unión Europea funcione correctamente, que se sigan y apliquen las políticas acordadas. Si vemos que ocurre lo contrario, es deber de Estonia responder», ha defendido en declaraciones a la emisora pública ERR.
Con esta medida, Estonia se ha sumado al boicot impulsado por Suecia como castigo al primer ministro húngaro que en julio viajó a Rusia para mantener conversaciones con el presidente Vladimir Putin, en contra de la posición de la UE de apoyar sin fisuras a Ucrania.
Este tipo de visitas, ha criticado Kleimann, «no contribuyen a una política exterior unificada de la Unión Europea hacia el Estado agresor y no acercan más a una paz justa en Ucrania». Por ello, «Estonia no considera apropiado participar en reuniones informales a nivel ministerial», ha añadido, asegurando que el país báltico sí enviará funcionarios a estos encuentros.
Asimismo, ha confirmado el asesor, Estonia seguirá estando representada en las reuniones oficiales de la UE que se celebren en Bruselas «como hasta ahora».
La decisión de boicotear la presidencia húngara del Consejo de la UE no ha sido percibida de igual manera por los Veintisiete. Mientras los gobiernos nórdicos y bálticos, además de Polonia, defienden esta actuación, otros como Alemania, Austria y España la rechazan.