El presidente de Bulgaria, Rumen Radev, se ha negado este lunes a firmar la composición del nuevo Gobierno por la continuidad en el cargo del ministro del Interior, Kalin Stoyanov, lo que implica ‘de facto’ el retraso de las elecciones anticipadas que se habían convocado ya para el próximo 20 de octubre.
Las de octubre estaban llamadas a ser las séptimas elecciones desde 2021 y, para gobernar temporalmente el país, Radev había recurrido ahora a la vicepresidenta del Tribunal de Cuentas, Goritsa Grancharova-Kozhareva, que tenía hasta este lunes como plazo para presentar a su equipo.
Sin embargo, el jefe de Estado se ha negado a firmar la lista, ya que considera que no facilita la estabilidad política antes de los próximos comicios. La Presidencia ha aludido expresamente en un comunicado a Stoyanov, alegando que, con él en el cargo, no se garantiza un correcto desarrollo del proceso electoral.
Stoyanov está en el punto de mira por sus relaciones con el diputado Delyan Peevski, sancionado por Estados Unidos por supuestas actividades corruptas, pero el ministro se ha defendido de estas acusaciones tachándolas de ataque político.
De hecho, Stoyanov no ha tardado en responder este lunes a Radev para acusarle de interferir en las funciones del Ejecutivo. Ha acudido, en compañía de Grancharova-Kozhareva, a una concentración convocada por policías junto a la sede de la Presidencia. Les ha agradecido a los agentes su «reacción espontáneas» ante los «intentos sin precedentes» de Radev de «controlar» el Ministerio, según la agencia de noticias BTA.
A la espera de esta renovación política, la Presidencia ha dejado claro que el primer ministro interino seguirá siendo Dimitar Glavchev, que ya ha prometido continuar en el cargo el tiempo que sea necesario, habida cuenta de la «situación sin precedentes».