El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, aprobó el martes (4.6.2024) una moción para suspender el tratado militar firmado con Corea del Norte en 2018. La medida tiene lugar después de que Piongyang enviara, durante la última semana, unos 1.000 globos cargados con residuos a Corea del Sur.
La ratificación de Yoon se produjo pocas horas después de que la moción fuera aprobada en un Consejo de Ministros. Durante el mismo, el primer ministro, Han Duck-soo, afirmó que las últimas acciones del régimen norcoreano «no solo amenazan gravemente la vida y la seguridad de nuestros ciudadanos, sino que comprometen también la paz en la península coreana».
En días recientes, Pionyang también ha interferido en los sistemas de navegación GPS en torno a las islas fronterizas surcoreanas del mar Amarillo (llamado mar del Oeste en las dos Coreas). El pacto queda así suspendido «hasta que la confianza mutua entre Sur y Norte quede restablecida», según ha asegurado la Oficina Presidencial surcoreana.
Breve acercamiento en 2018
La suspensión total del pacto, firmado en Pionyang durante el breve acercamiento entra ambas Coreas en 2018, permitirá al Sur reanudar maniobras militares cerca de la frontera y reiniciar las transmisiones de propaganda mediante altavoces dirigidos al Norte.
Por su parte, Corea del Norte ya decidió suspender el pacto de 2018 en noviembre de 2023, después de que Seúl anunciara que suspendía en concreto una cláusula del mencionado acuerdo para poder retomar operaciones de vigilancia militar en la frontera en respuesta al lanzamiento de un satélite espía por parte de Pionyang.
En la última semana, Pionyang volvió a intentar poner -esta vez sin éxito- otro satélite espía en órbita, y, además de enviar los globos con desechos e interferir en el sistema GPS, disparó una ráfaga de artillería. En enero de 2024, el régimen norcoreano, que lleva casi cinco años rechazando nuevas invitaciones al diálogo, declaró al Sur como principal enemigo del país y eliminó la meta de la reunificación de la Constitución.