El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aumentará su ayuda a Ucrania mediante el envío de inspectores a subestaciones eléctricas dañadas por Rusia que son esenciales para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares, según anunció este martes (03.09.2024) la agencia de la ONU.
«La seguridad de las centrales nucleares en funcionamiento depende de una conexión estable y fiable a la red eléctrica. Como consecuencia de la guerra, la situación es cada vez más vulnerable y potencialmente incluso peligrosa en este sentido», aseguró el director del OIEA, Rafael Grossi, quien se reunió en Kiev con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
En un comunicado desde la sede del OIEA en Viena, Grossi anunció que un equipo de inspectores revisará esas subestaciones para evaluar la situación y la forma de proceder al respecto. Los expertos, dijo, aplicarán principios de seguridad industrial nuclear y de protección de infraestructuras críticas para evaluar estas subestaciones.
El jefe del OIEA afirmó que asegurar que estas subestaciones funcionan con normalidad es de «vital importancia para la seguridad energética de Ucrania», ya que el país depende en gran medida de la electricidad que generan sus plantas atómicas. El diplomático argentino dijo que este anuncio es consecuencia de una serie de ataques con misiles que o ha interrumpido el suministro eléctrico a centrales nucleares o han provocado «una peligrosa inestabilidad» en la red eléctrica.
«Una central nuclear nunca debería ser atacada»
La empresa pública ucraniana de energía atómica, Energoatom, denunció este martes que un ataque ruso le obligó a desconectar una de las dos líneas que suministra electricidad a la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia desde el principio de la guerra. El OIEA recordó hoy que Zaporiyia, la mayor central atómica de Europa, ha sufrido ocho cortes completos de suministro desde el comienzo, en febrero de 2022, de la guerra provocada por la invasión rusa.
Contestando a DW en su rueda de prensa, Grossi afirmó que le «mostraron algunas pruebas del impacto en las instalaciones, lo que indica que hay un problema con la seguridad nuclear de la planta. También es algo que he estado discutiendo con el gobierno aquí». «Y he dicho muy, muy claramente y sin lugar a dudas que una central nuclear nunca, bajo ninguna circunstancia e independientemente del país o el lugar donde se encuentre, debería ser atacada o convertirse en un objetivo militar», recalcó.
«Ese es un principio general que se aplica a todos», añadió. Grossi dijo que también discutió con Zelenski la seguridad de la planta nuclear rusa de Kursk, de la que Rusia dijo que había sido atacada incluso antes de la incursión terrestre. «Se mostró muy interesado en mis novedades… Creo que es muy claro para él. Lo entiende muy bien y no creo que esté en desacuerdo en absoluto con el hecho de que las centrales nucleares nunca deben ser atacadas», agregó.