El Ejército de Israel mató este jueves (13.06.2024) a dos palestinos que eran buscados por las autoridades, durante una redada que se prolongó durante 13 horas en los alrededores de la localidad de Yenín, en la Cisjordania ocupada. En un comunicado, las fuerzas armadas dijeron que intercambiaron disparos con los sospechosos, que estaban guarecidos en una estructura, hacia la que los soldados dispararon cohetes.
«Los dos sospechosos fueron eliminados, y se encontraron armas en su posesión», dijo el Ejército. Además, los militares arrestaron a varias personas y descubrieron explosivos plantados en las carreteras para atacar a las fuerzas israelíes. Un soldado resultó levemente herido en los combates. Las fuerzas militares posteriormente arrasaron la casa con un bulldozer.
El Ministerio de Salud palestino identificó a uno de los fallecidos como Qais Muhamad Zakarneh, de 21 años de edad, muerto por disparos en la cabeza en Qabatiya, cerca de Yenín. La Media Luna Roja Palestina, por su parte, confirmó haber trasladado a uno de los muertos al hospital, y también dijo haber tratado a un herido por metralla durante la operación en la zona.
Mayor espiral de violencia
La agencia oficial de noticias palestina, Wafa, informó de la destrucción de propiedades de ciudadanos en Yenín, y dijo que la redada militar impidió a varios pacientes con problemas de riñón acceder al hospital para recibir tratamiento. Además, se vieron afectados vehículos, sistemas de saneamiento y generadores eléctricos, lo que provocó cortes en el suministro en toda la localidad.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005), y en lo que va de 2024 al menos 215 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos unos 40 menores, según el recuento de EFE, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Del lado israelí, han muerto en 2024 catorce personas: doce en nueve ataques palestinos, entre ellos seis uniformados y seis civiles (cinco de ellos colonos residentes en Cisjordania), además de una soldado en Yenín en enero que detonó un explosivo con su vehículo y un policía de las fuerzas especiales, herido de muerte durante una redada en Tulkarem en mayo.