El Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania subió en el tercer trimestre del año un 0,2 por ciento respecto al trimestre anterior, informó este miércoles la Oficina Federal de Estadística (Destatis), con lo que evita entrar en una llamada «recesión técnica», que se da cuando hay una contracción en dos períodos consecutivos.
Sin embargo, respecto al mismo trimestre de 2023 hubo una caída del 0,2 por ciento, según la misma fuente. El resultado para el segundo trimestre fue corregido al -0,3 por ciento después de una primera estimación del -0,1 por ciento.
La noticia ha generado cierta sorpresa puesto que la mayoría de los economistas contaba con una contracción de la economía y con una entrada en recesión.El ligero repunte, según Destatis, se debió ante todo a un aumento del consumo privado y del gasto público.
Sin embargo, sigue habiendo escepticismo. El Bundesbank, el banco central alemán, cree que la fase de debilidad que empezó en 2022 continuará. «En el cuatro trimestre la actividad económica puede tender al estancamiento. Aunque no es de esperar una recesión en el sentido de un retroceso generalizado y prolongado de la economía, ésta sigue en la fase debilidad en la que está desde mediados de 2012», dice el informe anual del Bundesbank.
El Gobierno alemán también es pesimista y espera que en la totalidad de este año la economía tenga una contracción del 0,2 por ciento.