Un buque del ejército de Japón navegó por primera vez por el estrecho de Taiwán, según confirmó este jueves (26.09.2024) un portavoz de la Armada nipona, en un momento marcado por la intensificación de la actividad militar de China alrededor del archipiélago.
Si bien detalles del tránsito no fueron revelados por el portavoz, medios locales recogen que el destructor Sazanami, junto con buques australianos y neozelandeses, habría cruzado el miércoles el estrecho que separa Taiwán de la China continental de norte a sur, con rumbo hacia el Mar de China Meridional para llevar a cabo allí maniobras navales multilaterales.
El paso por el estrecho de Formosa podría tener como objetivo reivindicar la libertad de navegación en el mismo, a la que China se opone cada vez que un buque militar occidental la práctica.
Estados Unidos envía regularmente buques de guerra al estrecho de Taiwán para poner en relieve este derecho a la libertad de navegación, de la misma forma que aliados como Gran Bretaña o Australia también han realizado tránsitos similares en los últimos años.
La semana pasada, el portaaviones chino Liaoning navegó entre dos islas japonesas cerca de Taiwán por primera vez, acompañado por dos destructores.
Los barcos entraron en la zona contigua de Japón, un área de hasta 24 millas náuticas desde la costa del país, dijo Tokio, calificando el incidente de «totalmente inaceptable». China dijo que había cumplido con el derecho internacional.
Pekín aumenta actividad militar alrededor de Japón
El tránsito del estrecho de Taiwán por parte del destructor nipón Sazanami se habría producido a su vez el mismo día en que Pekín lanzó a modo de prueba un misil balístico intercontinental (ICBM) a aguas del océano Pacífico.
El proyectil chino no sobrevoló territorio nipón antes de caer en el Pacífico, pero el portavoz del Ejecutivo japonés, Yoshimasa Hayashi, lamentó en la víspera que Tokio no fuera advertido previamente del lanzamiento.
Pekín viene aumentando su actividad militar alrededor de Japón, con movimientos que incluyeron la incursión el pasado agosto de un avión de inteligencia en el espacio aéreo nacional nipón frente a las islas de la prefectura de Nagasaki (suroeste), en lo que supuso la primera vulneración de este tipo por parte de una aeronave china.