Los cinco militares israelíes que continuaban detenidos por abusar sexualmente de un preso palestino en la cárcel de Sde Teiman, al sur del país, pasarán a estar bajo arresto domiciliario hasta el jueves de la semana que viene a petición de la Fiscalía, según confirmó el diario Haaretz.
En los próximos 10 días, la investigación del caso continuará y los materiales de esta «se transferirán gradualmente a la defensa y los sospechosos recibirán un informe de prisión preventiva».
Concluida la investigación, «la defensa, si lo desea, podrá llevar a cabo una audiencia», concluye el comunicado castrense sobre la petición de la Fiscalía.
El pasado 29 de julio, 10 militares fueron detenidos por el presunto abuso contra el preso palestino, que llegó al hospital con varias costillas rotas y signos de abuso en otros huesos, así como un desgarro en el intestino grueso y daños en un pulmón por la introducción de un objeto extraño por vía rectal, según relató poco después del incidente el médico que lo atendió a la radio pública israelí.
Desde entonces, la detención de los soldados se ha ido prolongando semanalmente, si bien sólo cinco continúan en el proceso.
La organización islamista Hamás aseguró que poner bajo arresto domiciliario a los cinco detenidos es una «complicidad abierta» del Ejército con ellos y «un intento de encubrir los crímenes atroces cometidos» con la protección de las autoridades israelíes.
El grupo, que gobierna de facto en Gaza desde 2007, llamó a la comunidad internacional -especialmente a organismos jurídicos- a investigar el caso: «Afirmamos que la ridícula investigación sionista no puede sustituir a las investigaciones internacionales».
Según un reciente informe de la ONG israelí B’Tselem, el de Sde Teiman no es un «caso aislado». La organización entrevistó a 55 presos y, entre sus testimonios, se encuentra el de otro palestino que dijo haber sufrido otro abuso sexual por parte de un soldado cuando este intentó introducirle una zanahoria por vía anal.
Desde que estalló la guerra, miles de palestinos, principalmente de la Franja de Gaza, han sido internados en Sde Teiman, ubicado en el sureño desierto del Néguev.
Allí, las autoridades israelíes practican torturas, palizas y agresiones sexuales en zonas sin cámaras de seguridad contra palestinos, muchos de ellos presos sin tener cargos formales en su contra, según denuncias de la ONG Médicos por los Derechos Humanos de Israel y de Amnistía Internacional.
La Fiscalía Militar presentó cargos el 30 de julio contra otro reservista por varios delitos de malos tratos contra varios presos palestinos. La acusación alega que este soldado, durante los meses de febrero a junio, utilizó presuntamente «una violencia severa contra los detenidos que se le había confiado su custodia».
Estas detenciones provocaron violentas manifestaciones en la cárcel de Sde Teiman, alentadas por algunos de los ministros más ultraderechistas del Gobierno de Benjamín Nentnayahu, como el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir o el de Finanzas, Bezalel Smotrich.
Ambos han abogado públicamente, en más de una ocasión, por maltratar a los palestinos detenidos e incluso aplicarles la pena de muerte.
Desde el inicio de la guerra, 60 palestinos han perdido la vida en prisiones israelíes, de los cuales 48 venían de Gaza, según B’Tselem.