Cuatro palestinos murieron en un ataque israelí con un dron en el campo de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem, norte de Cisjordania ocupada, confirmó el Ministerio de Sanidad palestino.
«Un avión de las Fuerzas de Defensa de Israel atacó a una célula terrorista en la zona de Nur Shams mientras colocaban un artefacto explosivo», indicó el Ejército israelí en un comunicado.
Según los medios palestinos, uno de los fallecidos es Nimr Hamarsha, identificado como miliciano.
Los ataques israelíes no son frecuentes, pero sí se han normalizado en Cisjordania ocupada en el último año, especialmente desde que Israel intensificara sus redadas en paralelo a la guerra en Gaza, donde ha llevado a cabo más de 4.100 detenciones de «sospechosos», entre ellos más de 1.700 con supuestos vínculos con Hamás.
Yenín es el principal foco de violencia, pero en los últimos meses Tulkarem se ha convertido en otro escenario de las redadas israelíes contra las milicias locales.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 226 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos unos 45 menores, según el recuento de EFE, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Del lado israelí, han muerto este año 16 israelíes, diez uniformados y seis civiles, cinco de ellos colonos.
El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en la Cisjordania ocupada tras el ataque de Hamás del 7 octubre y, desde entonces, han muerto al menos 556 palestinos en incidentes violentos con Israel, principalmente con tropas y una decena de ellos a manos de colonos.