Las autoridades de China han acusado este miércoles al presidente de Taiwán, William Lai, de provocar un aumento de la tensión entre las partes tras una serie de declaraciones en las que el líder taiwanés aseguraba que Pekín «no puede ser la patria» de los ciudadanos de Taiwán.
«Las falacias vertidas por el independentistas Lai exponen de nuevo su obstinada postura sobre la independencia y sus intenciones siniestras hacia la confrontación y el aumento de la hostilidad», ha aseverado el portavoz de la oficina de China para Asuntos de Taiwán, Zhu Fenglian.
Así, ha acusado a Lai de tratar de «intimidar al pueblo taiwanés, dañando sus intereses», si bien ha asegurado que ahora trata de «encubrir sus esfuerzos para generar posturas separatistas y dañar las relaciones a ambos lados del Estrecho», según informaciones recogidas por el diario ‘South China Morning Post’.
Lai ha aseverado que Taiwán fue fundada antes de que existiera la República Popular de China, por lo que, «en términos de edad», ha defendido, «es imposible que China sea la patria de la gente que vive en Taiwán», ha recalcado. «Más bien es lo contrario, podríamos ser nosotros la patria de la gente de más de 75 años que vive actualmente en China», ha dicho.
CHINA PIDE A JAPÓN RESPETAR SUS COMPROMISOS
Por otra parte, el Gobierno de China ha aprovechado la ocasión para pedir a las autoridades japonesas que respeten los compromisos adquiridos respecto al asunto de Taiwán, un gran escollo en la región y punto de tensiones. Así lo ha expresado el ministro de Exteriores, Wang Yi, que ha mantenido una conversación telefónica con su homólogo nipón, Takeshi Iwaya.
«La política de China con respecto a Japón siempre se ha caracterizado por la estabilidad y continuidad. Esperamos que Japón cumpla los compromisos políticos asumidos con respecto al problema de Taiwán y se atenga invariablemente al principio de «una sola China», manteniendo una postura objetiva, racional, positiva y amistosa», ha aesverado, según ha recogido la cadena de televisión china CCTV.
Además, ha expresado su confianza en que Japón «contribuya a un desarrollo sano y sostenido de las relaciones bilaterales». «Las dos partes deben extraer lecciones de la historia, mantenerse fieles a los objetivos trazados, ampliar la cooperación, eliminar las trabas y promover las relaciones estratégicas bilaterales, que serán de beneficio mutuo para ambos países», ha aclarado.