El portavoz de la Cancillería china Lin Jian instó a la OTAN, en una rueda de prensa, a que se ciña a su «naturaleza defensiva y regional», expresando su esperanza de que la organización no acuda a la región de Asia-Pacífico «para atizar el conflicto y la confrontación, y socavar la prosperidad y la estabilidad regionales». Lin aconsejó a la Alianza que «realice una labor más práctica en favor de la paz, la estabilidad y la seguridad mundiales».
Tailandia, «factor de paz y estabilidad en la región»
Mientras, el canciller chino, Wang Yi, mantuvo, este martes 9 de julio, una reunión en Pekín con su homólogo tailandés, Maris Sangiampongsa, en la que le pidió también «estar alerta ante la expansión de la OTAN en Asia-Pacífico», en un momento en el que Estados Unidos ha reforzado sus lazos con países de la zona como Filipinas.
Wang aseguró que su país está dispuesto a colaborar con Tailandia para «proteger conjuntamente la paz y la seguridad regionales», al tiempo que destacaba la «confianza mutua y un apoyo recíproco» entre ambos países, «independientemente de los cambios en el panorama internacional».
El ministro chino recalcó asimismo el «vigoroso intercambio turístico» entre ambos países, con más de tres millones de visitantes chinos viajando a Tailandia este año y un número de turistas tailandeses en China que supera los niveles previos a la pandemia. Reiteró la «alta estima» que China tiene por las relaciones con Tailandia, a quien considera un «socio fiable» y un «factor de paz y estabilidad en la región», recogió la Cancillería china en un comunicado.
Por su parte, Sangiampongsa expresó que Tailandia «valora profundamente su relación con China», país al que ve como un «socio estratégico». Y aseguró que su Gobierno está comprometido con «fortalecer la amistad y cooperación entre los Gobiernos, empresas y pueblos de ambos países, garantizando un desarrollo sostenible y duradero de la relación bilateral».
Ambas partes acordaron fortalecer la cooperación en seguridad y aplicación de la ley, combatiendo conjuntamente delitos transfronterizos como el juego en línea y el fraude electrónico, en un momento en el que China ha reforzado su colaboración con otros países de la zona como Birmania o Laos para desarticular redes de estafas cibernéticas que operan desde la región y que actúan frecuentemente contra ciudadanos chinos.