El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, pondrá sobre la mesa de los Veintisiete una propuesta para suspender el diálogo político con Israel en respuesta a las violaciones de Derechos Humanos en su ofensiva en la Franja de Gaza.
«Presentaré una propuesta para que la UE invoque la cláusula de Derechos Humanos para suspender el diálogo político con Israel y proponer al Consejo una decisión a ese efecto», recoge la comunicación del jefe de la diplomacia europea a los ministros de Exteriores de la UE, a la que ha tenido acceso Europa Press. Borrell se verá con los ministros el lunes en Bruselas en el que será, en principio, su último Consejo de Asuntos Exteriores antes de abandonar el cargo.
De hecho Borrell ya señaló hace un mes su intención de que los Estados miembro del bloque evaluaran el compromiso de Israel en materia de Derechos Humanos en el marco del Acuerdo de Asociación que rige las relaciones con la UE, siguiendo la demanda de España e Irlanda, que a principios de 2024 reclamaron que la UE valorase si Israel cumple el acuerdo de asociación y tomara medidas al respecto.
El Alto Representante defiende que este paso «no suspende automáticamente las reuniones del Consejo de Asociación» con Israel, por lo que las autoridades israelíes pueden debatir esta medida en la próxima reunión de este foro, que, según apunta el propio Borrell, se prevé para principios de 2025.
Alude no solo a la petición de Irlanda y España, sino también a las continuas discusiones en el seno de la UE sobre la evolución de los acontecimientos y a los informes del Representante Especial de la UE para Derechos Humanos, que «suscitan serias preocupaciones sobre posibles infracciones del derecho internacional humanitario en Gaza». «Lamentablemente, hasta ahora Israel no ha abordado suficientemente estas preocupaciones», subraya el político español.
LA UE, DIVIDIDA ANTE LA PROPUESTA DE BORRELL
La iniciativa del responsable de Exteriores de la UE ha sido llevada este miércoles ante los embajadores de la UE, en un paso que ha pillado por sorpresa a muchos de los Estados miembro y que no hace albergar muchas esperanzas de que la medida congregue la unanimidad necesaria.
En este sentido, distintas fuentes diplomáticas confirman a Europa Press que la propuesta genera mucha división en el bloque y ya hay entre seis y ochos países escépticos que han expresado su disconformidad con la intención de suspender el diálogo político con las autoridades israelíes.
Alguna de las delegaciones contrarias a la medida no han dudado en señalar a Borrell por una maniobra «completamente indignante» y le consideran un «pato totalmente cojo», en referencia a que vive sus últimos días en el puesto y ha perdido toda autoridad.