El impacto de varios proyectiles rusos en una zona de viviendas de la ciudad de Járkiv (noreste de Ucrania) causó la muerte de tres civiles y dejó 56 heridos (entre ellos tres niños), según informaciones entregadas este sábado (22.06.2024) por las autoridades ucranianas. El ataque ocurrió en medio de una nueva oleada de bombardeos de los invasores contra áreas residenciales e infraestructura energética.
«Los terroristas rusos han atacado Járkiv con bombas aéreas guiadas otra vez. Por desgracia, han caído en un edificio de viviendas», escribió el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en sus redes sociales. «Mis condolencias a todos los que han perdido seres queridos», agregó el mandatario. «El terror ruso debe ser detenido”, señaló.
Zelenski aprovechó la ocasión para pedir de los aliados de Ucrania «decisiones valientes» que permitan destruir los aviones de combate rusos «allá donde estén», en referencia al territorio ruso. El mandatario reiteró también la necesidad de suministrar a Ucrania sistemas de defensa antiaérea en cantidad suficiente para repeler los bombardeos de los agresores.
Octavo ataque masivo
«Ya hemos demostrado que es posible proteger las vidas de la gente del terror de los misiles, en particular limpiando las zonas fronterizas de lanzamientos terroristas. Hace falta también protección contra las bombas», afirmó aludiendo a la reciente decisión de los aliados de Kiev de permitir ataques contra objetivos en suelo ruso en las inmediaciones de la provincia de Járkiv.
Esta misma jornada, el régimen ruso lanzó una nueva oleada de bombardeos dirigidos contra la infraestructura energética. Se trata del octavo ataque de este tipo en los últimos tres meses, indicó el Ministerio de Energía ucraniano. Las Fuerzas Armadas ucranianas detallaron que Rusia lanzó un total de 16 misiles y 13 drones, de los cuales casi todos -salvo cuatro- fueron derribados por las defensas antiaéreas.