El asteroide 2024 YR24 ha captado la atención mundial debido a su posible impacto con la Tierra en 2032. Con un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros, la comunidad científica está alertando sobre las posibles consecuencias de una colisión de este cuerpo rocoso con nuestro planeta. En este contexto, la revista Science Advances publicó un estudio que describe las posibles secuelas de un impacto de este tipo.
Características del asteroide 2024 YR24 y su probabilidad de impacto
El asteroide 2024 YR24, que fue descubierto gracias al telescopio Atlas-4 ubicado en la región de Coquimbo, Chile, ha generado preocupación en la comunidad científica. Con un diámetro estimado entre 40 y 90 metros, este asteroide tiene una posibilidad del 1,5% de impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Aunque la probabilidad de colisión es baja, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA han intensificado el monitoreo y seguimiento de su trayectoria.
Juan Luis Cano, coordinador del servicio de información de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, mencionó que existe un 98,5% de probabilidades de que el asteroide no impacte la Tierra. A pesar de esto, Cano destacó la importancia de seguir de cerca este asteroide debido a su potencial amenaza. Las autoridades se han comprometido a mantener informada a la población sin crear pánico innecesario.
Captado por la NASA. | ATLAS
Efectos de un impacto de un asteroide con la Tierra
A raíz de la posibilidad de impacto de 2024 YR24, el Centro de Física del Clima de la Universidad Nacional de Pusan, Corea del Sur, realizó un estudio sobre los efectos que tendría el choque de un asteroide de mayor tamaño contra la Tierra. Para este análisis, los investigadores tomaron como modelo al asteroide Bennu, un objeto con un diámetro estimado de 500 metros que podría impactar la Tierra en 2182, con una probabilidad de 1 entre 2.700.
Según el estudio, un impacto de este tipo podría inyectar entre 100 y 400 millones de toneladas de polvo en la atmósfera, alterando de manera drástica el clima, la química atmosférica y la fotosíntesis global. Las simulaciones mostraron que los efectos podrían durar varios años, con un enfriamiento global de hasta 4 grados centígrados, una reducción del 15% en las precipitaciones medias globales y una pérdida significativa de ozono.
Impactos de asteroides en el pasado y su impacto en el clima
A lo largo de la historia de la Tierra, han ocurrido impactos de asteroides que han dejado huellas profundas en el planeta. Uno de los más conocidos fue el asteroide que causó la extinción de los dinosaurios hace aproximadamente 66 millones de años, al crear el cráter de Chicxulub, en México. Ese asteroide tenía un diámetro de alrededor de 10 kilómetros, mucho mayor que el de Bennu y el asteroide 2024 YR24.
Los impactos de asteroides en el pasado han demostrado tener consecuencias catastróficas para el clima terrestre. La inyección de polvo y escombros en la atmósfera provoca una caída drástica en las temperaturas globales, lo que desencadena un «invierno de impacto» que afecta la fotosíntesis y, por ende, la seguridad alimentaria en el planeta.
¿Qué provocaría un invierno global tras un impacto?
Si un asteroide de gran tamaño impactara la Tierra, uno de los efectos más significativos sería la creación de un «invierno global», donde las condiciones climáticas serían tan extremas que la fotosíntesis se vería gravemente afectada. Esto causaría una reducción de entre el 20% y el 30% en la productividad primaria en los ecosistemas terrestres y marinos, lo que generaría trastornos masivos en la seguridad alimentaria mundial.
Dependiendo del contenido en hierro del asteroide, las regiones que normalmente carecen de nutrientes podrían beneficiarse de un enriquecimiento con hierro biodisponible. Esto podría llevar a una proliferación sin precedentes de algas, especialmente en el océano Pacífico y en el océano Antártico durante los años siguientes al impacto.
Asteroides recientes y su estudio por la NASA
Los asteroides Bennu y Ryugu son los dos cuerpos rocosos más estudiados por la NASA. En la misión OSIRIS-REx, la NASA recogió muestras de Bennu y las trajo a la Tierra. Estos estudios proporcionan información valiosa sobre los asteroides y sus componentes. Recientemente, los científicos descubrieron que las muestras de Bennu contienen minerales cruciales para la vida en la Tierra, así como compuestos nunca antes observados en cuerpos de este tipo.