Al menos dos militares sirios han muerto en un bombardeo aéreo llevado a cabo por el Ejército de Israel contra varios objetivos ubicados a las afueras de la capital, Damasco, y en una zona rural de la provincia de Daraa, en el sur de Siria, según ha informado este domingo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha explicado que uno de ellos ha sucumbido a las heridas del ataque perpetrado en la noche del sábado al domingo. Anteriormente, había cifrado el balance en un muerto y seis heridos.
Entonces, el Ministerio de Defensa sirio había confirmado un militar muerto y otros tres heridos en una «agresión lanzada desde los ocupados Altos del Golán y que tuvo como objetivo varios emplazamientos militares en la región meridional y un edificio residencia» a las afueras de la capital.
Un portavoz militar había indicado a través de un comunicado publicado en el perfil de la red social Facebook de la cartera ministerial que «las defensas aéreas se enfrentaron a los misiles del enemigo a pesar de su densidad y eliminó bastantes de ellos».
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían anunciado que habían atacado un cuartel general central y una infraestructura militar del Ejército sirio, así como objetivos utilizados por el sistema de defensa aérea siria.
«Este ataque se llevó a cabo en respuesta a la interceptación de dos drones que se dirigían ayer desde territorio sirio hacia la zona norte de (la ciudad de) Eilat. El régimen sirio es responsable de cualquier actividad terrorista en su territorio y asumirá las consecuencias por ello», indicaron.
Los Altos del Golán son un territorio que Israel arrebató a Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Yom Kipur (1973) y que se anexionó de forma efectiva en 1981, en un movimiento no reconocido por la comunidad internacional.
Israel reconoce que lleva a cabo ataques en Siria desde hace años argumentando que actúa para evitar el establecimiento de bases iraníes en el país y el envío de armas al partido-milicia chií libanés Hezbolá por parte de las autoridades de Irán, que apoyan a Damasco en el marco de la guerra que estalló en 2011.