«Los resultados de la AfD en Sajonia y Turingia son amargos y preocupan. Eso es algo a lo que no se puede acostumbrar nuestro país. La AfD le hace daño a Alemania, perjudica a la economía, escinde la sociedad y arruina la reputación de nuestro país», reaccionó canciller alemán, Olaf Scholz.
«Ya no hay política sin AfD», dijo Tino Chrupalla, copresidente de este partido de ultraderecha en Alemania, conocido por sus posiciones antiinmigración y favorables a Rusia.
Este domingo 1 de septiembre de 2024, Alternativa para Alemania (AfD) se convirtió en la primera fuerza política en Turingia, donde se le clasifica como «extremista de derecha», y quedó por detrás de los conservadores en Sajonia, dos regiones de la antigua RDA, en el este de Alemania.
En Turingia, el partido de extrema derecha, liderado por Björn Höcke, una de las figuras más radicales de la formación, obtuvo el 32,8 % de los votos, aunque es probable que no logre formar Gobierno.
Todos los demás partidos ya se han negado a aliarse con él, pero «este cortafuegos antidemocrático no se puede mantener a largo plazo», dijo este lunes Alice Weidel, copresidenta de AfD al canal ARD.